Revista Pijao
La Barranquilla 'queer' de John Better
La Barranquilla 'queer' de John Better

Por José Londoño

Revista Arcadia

A veces el pasado regresa y es preciso narrarlo, desmarañarlo como si en ese mismo instante estuviera ocurriendo”. En la primera novela del escritor barranquillero John Better, A la casa del chico espantapájaros, el orden de las narraciones es un enredo en el mejor de los sentidos. El argumento no avanza por un hilo que se extienda desde el inicio hasta el final: obedece a un ir y venir que añade espesura, volumen y peso.

Sin una estructura lineal progresiva con inicio, nudo y desenlace, la novela se basa en reflexiones sobre sí misma, sobre lo real, sobre la ficción, sobre la memoria y sobre el tiempo. Todo se reúne y rebota: el pasado y el futuro coexisten y se anulan con el presente; la mentira (ficción) y la verdad (realidad) se confunden entre grandes fantasías y juegos autobiográficos de su protagonista.

A la casa del chico espantapájaros principalmente toma lugar en Barranquilla y más o menos gira alrededor de un joven marginal y gay llamado Greg. El libro se compone de sus memorias y de historias que él inventa en diálogo con el imaginario popular de la cultura de masas, con referentes como Mia Zapata, New Order y la mujer Electra.

La voz de la novela, una de las más interesantes de la nueva narrativa colombiana, se despliega ricamente en lo más insulso de la cultura popular, que obedece a la precipitada tecnificación del mundo y a la fuerza de la americanización. Esto sucede en el marco de una sociedad marcada por el capitalismo y el catolicismo. La carga de la religión en las historias es fundamental. Aunque en algunos momentos esta venga de personajes muertos, seguirá presente, encontrará lugares para encarnarse y humillar a lo gay. Se necesita más escritura y vida queer. La voz de Better avanza con la historia queer.


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