Colombia ha sido un país de gran riqueza literaria, que se ha caracterizado por tener exponentes a nivel mundial en los más importantes círculos académicos, alcanzando su punto máximo en 1982 cuando Gabriel García Márquez ganó el Nobel de Literatura.
Aún así, con la gran variedad de opciones literarias y culturales que se presentan en el país, son muy pocos los espacios que se dedican en los principales medios de comunicación, que tan solo se reduce a recomendaciones de ciertos libros, y a condensar todo el espacio cultural en secciones de farándula en los noticieros y programas de chismes en fines de semana.
Espacios específicos es muy difícil encontrar, incluso para buscar en las páginas de internet de los medios más importantes, se pueden contar facilmente la cantidad de notas que se hacen mensuales sobre cultura, y peor si reducimos el espectro a la literatura.
Aún así, la necesidad de este tipo de contenidos cada vez es mayor. Es importante encontrar mejores ejemplos que den un enfoque artístico y literario a las personas más jovenes que apenas empiezan a formarse, y se ven reflejados y ven su vida proyectada a lo que dicen en los medios y redes sociales.
Los mundos de fantasía pasaron de ser bosques encantados a esos en los que se consigue el dinero fácil, los sueños de querer montar en globo como en las historias de Julio Verne, fueron sustituídos por las armas y las motocicletas, los deseos de salir adelante sin importar las circunstancias que muchas veces nos enseña la literatura clásica, pasaron a querer ser como el de la televisión...
...Por otra parte, no se puede atacar, juzgar ni nada que se le parezca a quienes hacen contenidos en redes sociales, finalmente hacer las cosas populares es lo que más vende y da mejores opciones de vida, pero sería interesante que entendieramos la responsabilidad tan grande que adquirimos al sentarnos a escribir, a hacer videos o memes, y pensar en qué harán con esa información. Quizás así, logremos historias más enriquecedoras, videos más educativos, memes que sugieran investigar para ser entendidos y una cultura generacional de conciencia que continúe un legado histórico de la literatura que tiende a desaparecer.
Del mismo modo, que los medios se vean impulsados a tener responsabilidad social con los contenidos que muestran. ¡No!, no digo que los espacios de entretenimiento están mal, o deban desaparecer, pero sí que consideren abrir espacios que generen otro tipo de motivaciones, que den algún tipo de formación productiva a las nuevas generaciones, y no nos quedemos toda la vida añorando ese Nobel de 1982.
Juan Pablo Gálvez Beayne
Pijaoeditores.com
en Instagram: @jpbeayne
