Ibagué, Tolima (1970)
Escritor y periodista. Comunicador social. Especialista en Cultura y Magister en Territorio, conflicto y cultura. Autor y/o coautor de una veintena de investigación histórica y cultural y cuatro obras de creación narrativa.
Ha sido director de medios nacionales e internacionales entre los que se destacan las revistas Arte para fanáticos, Enlaces latinoamericanos y el diario regional Tolima 7 días, de la Casa Editorial El Tiempo.
Entre 1998 y 2000 realizó cerca de 800 documentales alrededor de la cultura en el programa Babelia de Señal Colombia, considerado por el diario El Tiempo, como el mejor programa cultural de la televisión vcolombiana.
En 2000, incursionó en el mundo digital. Fue Content Manager para América Latina de la multinacional tecnológica Starmedia y, más adelante, de CycleLogic.
Ha publicado las novelas Los días del trueno (Pigmalión, 2022), gandora del X Escriduende a mejor novela hispanoamericana de la Feria del Libro de Madrid, 2022; Bohemian rhapsody, 2015, reeditada por el Grupo Editorial Sial Pigmalión en España en 2017, ganadora del Premio Internacional de Literatura Rubén Darío, 2017, y Como si fuera viernes, 2000. En 2017 apareció su libro de cuentos Cuesta Abajo y en 2022 fue incluido en la antología hispanoamericana Frankfurt Territorio Literario, presentada en la Feria del Libro de Frankfurt.
Sobre su novela Bohemian rhapsody se han escrito tesis de pregrado, posgrado, además de numerosos ensayos publicados en diversos libros en América Latina, Europa y Colombia al tiempo que se han hecho disertaciones en eventos académicos en Estados Unidos. The Oxford handbook of latinamerican novel, el más extenso estudio sobre literatura latinoamericana publicado por la Universidad de Oxford, lo ubica como uno de los representantes de la literatura posmoderna en el continente.
Análisis de su obra puede encontrarse en los libros Imágenes de poslatinoamérica (The Institute for Latino and Latin American Studies, México, 2019), Cinco aproximaciones críticas a la novela colombiana del siglo XXI (Universidad del Tolima, 2020); Enfoques sobre la narrativa del Tolima siglo XXI (Pijao Editores, 2022); Modernidad y posmodernidad en la narrativa del Tolima (Raymond Williams, 2022); Bohemian rhapsody: la condición del artista en tiempos líquidos (Universidad del Tolima, 2020); además de numerosas reseñas y ensayos en periódicos y revistas culturales.
En el campo histórico cultural, ha publicado los libros Memoria de una identidad (Universidad del Tolima, 2022), con el que obtuvo el Premio de Investigación Cultural Ibagué 2020; La red que une a Colombia: 100 años del transporte de hidrocarburos en el país (Cenit, 2022); Porkcolombia, historia de la porcicultura en el país (ACP, 2019); Rafael Rocha Gutierrez (Gobernación del Tolima, 2011); Arte y cultura (Academia de Historia del Tolima, 2011); Tolima total, Enciclopedia multimedia (Pijao Editores, 2010); Darío Ortiz Una ventana al mundo (Museo de Arte del Tolima, 2008); Botero-Ortiz. Contemporary Narration. Versión bilingüe Inglés – Mandarín (Trazos Gallary, 2008); Botero en Ibagué. (Museo de Arte del Tolima, 2008); Manual de Historia del Tolima. Coautor. (Pijao Editores, 2007); Músicos del Tolima Siglo XX. Coautor. (Pijao Editores, 2002) ; Itinerario de una Hazaña. Historia del Conservatorio de música del Tolima. (Pijao Editores, 1999); Forma y Color de 15 figurativos (Forma y Color, 1998); Pintores del Tolima Siglo XX. Coautor. (Pijao Editores,1998); Protagonistas del Tolima Siglo XX. Coautor (Pijao Editores, 1995); Ibagué, médicos del ayer (1994) y Palabra Viva. Coautor (Pijao Editores, 1994)
Además, ha publicado sus ensayos Configuración de la memoria colectiva de la ciudad de la Música, Ibagué 1850.1950, (Universidad del Tolima, 2016) y La violencia: expresión de la manera como conocemos. (Universidad Nacional Abierta y a Distancia. UNAD., 2015).
Libros Publicados
Vanguardia literaria
Por Benhúr Sánchez Suárez
Lo primero que se me ocurre decir después de leer ‘Bohemian Rhapsody’, de Carlos Pardo Viña, es que se trata de una novela de vanguardia. Es una obra actual tanto por el tema, como por la técnica literaria utilizada.
Esta afirmación me hace recordar una polémica del siglo XX, en la cual los escritores se demolían entre lo rural y lo urbano, entre la novela citadina y la novela provincial. Provechoso decir que muchas obras se escribieron nombrando calles y ciudades, pero no fueron novelas urbanas. O que lo mejor de la literatura colombiana ha sido retrato de la provincia, como ‘Cien años de soledad’, para mejor ejemplo.
Y no eran urbanas porque se nombraran las calles y los edificios, las ciudades europeas y las grandes urbes del mundo, visitadas ficticiamente por algunos escritores, sino porque el espíritu y el comportamiento de sus personajes seguía siendo de rancia estirpe campesina y de culto decimonónico al proceder nacional.
Valga este recuerdo para enfatizar que una novela de vanguardia no es aquella que sólo nombre las facilidades que nos brinda la vida moderna, como el mundo de lo digital, el mundo del ciberespacio, la comunicación por redes, el computador, la Internet, en fin, tanta vertiginosidad actual, sino porque el ser humano que está involucrado en ella es otro, distinto al citadino aquel que tanto nos costó saber retratar e interpretar en la literatura nacional. Y maneja su propio lenguaje.
En este sentido es un avance en la ficción literaria del Tolima. Este nuevo hombre que habita la novela es un ser lleno de conocimiento y habilidades pero despojado del sentido de lo humano, del sentimiento, de la utopía. Es un ser solo, derrotado, frente a una ventana con millones de amigos que no son reales. Es un ser humano condenado a la soledad, al desespero existencial, al vacío de ideales, a la ausencia.
Así es el mundo que he visto en ‘Bohemian Rhapsody’ y por cuanto retrata la verdad del espíritu de nuestra época, la califico de vanguardia.
Independientemente de encontrarnos con un periodista como personaje, de carne y hueso, con trabajo, mujer e hijos, y que él conserve el deseo de ser escritor y ser otro, a pesar de las angustias cotidianas, está atrapado en ese universo inexistente, en ese vórtice en que la muerte también juega su partida.
Hay que leer la novela. Es ágil en su lenguaje, en su estructura, y con un abordaje técnico de la mejor estirpe de la experimentación novelística latinoamericana.
Me alegra que Carlos Pardo Viña integre esta nueva generación de narradores que mantienen viva la literatura como opción existencial, al lado de Óscar Perdomo Gamboa, Carlos Andrés Oviedo y Ómar Alejandro González, entre otros jóvenes escritores tolimenses.
Bohemian Rhapsody: novela del vacío contemporáneo
Por Sonia Nadezhda Truque
La voz de Fredy Mercury de fondo, el tic tac del teclado, el movimiento del mouse, la pantalla plana del computador, fumar compulsivamente. Inhalar. Exhalar. Ese ritmo con que se abre la novela de Carlos Pardo Viña: Bohemian Rapsody anuncia el sentido del texto. Es un homenaje a la banda que en los 80s propuso el rock sinfónico al lado de Super Tramp y Pink Floyd. Música siempre en la memoria. En su escritura de ritmo rápido, casi no da tiempo a respirar, vértigo de un mundo acelerado que toma al ser y lo deja exhausto ante el exceso de información que no da tiempo a reflexionarlo. El uso de las redes sociales, la internet, han obligado a la comunicación virtual, al conocimiento virtual, que ahondan en la sensación de soledad. El encuentro epidérmico con el otro se ha vuelto esporádico. La abulia, los espacios cerrados son la característica actual de las ciudades. Es así como el autor elige un narrador que señala, que acusa e indaga desde el TÚ que parece externo pero es quien asume la autoridad también sobre el narrador omnisciente que va dando cuenta de las acciones del narrador en tercera persona que se presenta como periodista, que asume el rol de ser periodista, pero que se desdobla en otros yoes que es explicación de lo que ha caracterizado la modernidad. Un continúa búsqueda de afirmación del yo y el individuo que busca realizarse y trascenderse así mismo.
En Bohemian Rhapsody se percibe con fuerza el discurso del existencialismo latinoamericano que en cabeza de Ernesto Sábato indagó sobre el vacío del ser en sus novelas y sus libros de reflexión como Uno y el universo y con Juan Carlos Onetti y su memorable Bienvenido Bob y el doloroso ingreso al mundo de los adultos donde el autor nos presenta dos historias que se entrecruzan en un final unitario y que conocemos a través de un narrador que participa en el relato testimoniando la vida de Bob y la suya, con toda la posible subjetividad que esto implica. Al igual que Pardo Viña una de las características más destacadas de este cuento es su forma de ser narrado. La acción varía, inicia en el presente, se transporta inmediatamente al pasado y regresa nuevamente a la actualidad. De esta manera se logra el suspenso, la sensación de espera y la confrontación de un vacío que es el aquí y el ahora.
En esa atomización del yo, unas veces es el enamorado: Lo sacas a pasear, a veces, en las noches. Lo dejas pedir el mismo trago en el bar donde te saben cliente asiduo…; Te gusta ser muchos hombres pero quieres dejar de ser alguno de ellos. No quieres ser el que llora cuando ve un niño en la calle limpiando las farolas de los carros ni mucho menos el que pasa por el lado de los sin casa, de los desterrados sin ofrecerles una moneda, un café, un consuelo. Tú eres muchos hombres…; También te gusta ser el profesor… porque el sinsentido de la vida actual nos hace ser muchos yoes no gratificados.
En Bohemian Rhapsody se siente el vacío y el origen del vacío existencial. Gira en torno a la concepción del absurdo de la vida y de la importancia del sentido de la muerte en la vida de cada uno: “A veces cierras los ojos y te llenas de rabia, atrapado entre los escombros de tus propias miserias. Sientes el dolor por todo tu cuerpo pero no es el dolor el que te asusta: es la muerte.” Una frase de Albert Camus: “La vida no tiene sentido y no vale la pena vivirla” es una clara reflexión sobre la vida y su razón de ser.
Ejercer de periodista de judiciales es otro símbolo de lo angustioso de vivir del personaje. Enfrentarse por oficio a la muerte ajena ahonda las grietas personales y a Nicolás lo sumerge en más inquietudes y preguntas sobre lo a priori de la vida, como en el levantamiento del cadáver de un suicida que lo enfrenta con su pasado, con el primer muerto que vio cuando era niño. Son tantas las razones del vacío que se mencionan en la novela. También hay una crítica a este país que algunos señalan de inviable, sometido a gobiernos inequitativos, corrupción estatal, marginalizado, desplazamiento, y negación de vida digna. En la crítica social es cuando el existencialismo se vuelve humanismo.
Escrita como si fuera una crónica, tiene elementos del género negro al nombrar no solo la periferia humana sino la social de la que nadie se puede enajenar provocando apatía y apuntado a un desajuste de la personalidad que no haya sentido.
Somos los hombres huecos.
Somos los hombres rellenos.
Inclinados unos con otros.
La cabeza llena de paja.
El poema de Eliot lo busca en Google y le deja una clara desazón: Te sientes así. De nada sirvieron tantos libros, tantos artículos leídos. Al final, sigues siendo un hombre hueco, relleno de prejuicios, un hombre como cualquier otro, nada especial, uno más.
El último párrafo cierra la novela confirmando que es una novela existencialista, que narra el vacío del hombre actual y su relación con la muerte:
Te sientes agotado. No tienes frases célebres con qué terminar la noche. Nicolás sabe que ya no las tienes, que tú ya no estás, que no solo esta sino todas la conversaciones se acabaron, que tú eres una ausencia más para sumar a la lista, que tú no aguantaste la falta de palabras, que Queen no volverá a inundar el apartamento con su Rapsodia Bohemia, que tú eres un fantasma y que finalmente tú, como Nicolás, como Neruda, nunca recordarán haber muerto.”
Con resonancias de Truman Capote y Charles Bukosky, es una estupenda ópera prima que demuestra destreza narrativa, madurez en el oficio.