Sin embargo, en Ibagué, la música ha hecho parte de su espíritu, pero no hemos sido capaces de convertir esa vocación, en parte de su desarrollo y crecimiento económico. En otras latitudes, la música y la cultura hace parte de la economía.
Music moves Europe (La música mueve a Europa) es una iniciativa que reconoce el papel de la música en la economía del viejo continente. En 2019, por ejemplo, la música generó 31 billones de euros, mientras que las industrias culturales generaron 642 billones de euros (4,2% del PIB).
Este movimiento es promovido además hacia el turismo. Esta industria genera 300 millones de trabajos a nivel mundial. Tan sólo en 2022, Europa recibió 600 millones de turistas, mientras América, 156 millones. En 2023, Colombia recibió 7 millones de turistas extranjeros y tuvo un flujo de 27 millones de turistas internos. Y el turismo, desde hace un par de décadas, dejo de ser de playa: hoy, el 37% del turismo mundial se mueve hacia el turismo cultural (el doble de quienes prefieren turismo de ocio y playa). En el turismo cultural se incluye música, patrimonio, gastronomía, arte y culturas ancestrales.
¿Por qué en Ibagué, no?
Desafortunadamente, desde tiempos inmemoriales, el presupuesto de cultura de Ibagué ha sido pobre. En 2023, el presupuesto fue de 7.889 millones de pesos, lo que significa el 0,9% del presupuesto total. Mil millones de dicho presupuesto, fueron invertidos en el Portafolio Municipal de Estímulos, que son distribuidos en cerca de 122 proyectos. Es decir, un promedio de 8,9 millones de pesos para cada uno. Aunque valoro la iniciativa y el portafolio, poco ayudan al desarrollo cultural de la ciudad y casi nada al desarrollo económico.
Comparemos esta situación con Manizales, una ciudad con un poco menos de habitantes y un presupuesto similar. El presupuesto de la secretaría de cultura de la capital de Caldas es de 19 mil millones de pesos, el 2% de su presupuesto total. Y no es gratuito. Sus gobernantes saben que esta inversión incide directamente en el turismo. Mientras Ibagué recibe 68 mil visitantes nacionales y 2 mil internacionales (2022), Manizales recibe 118 mil visitantes nacionales y 6 mil internacionales.
Además, la idea de que los visitantes llegan a Ibagué en junio, para las fiestas tradicionales, no es cierta. La mayor cantidad de visitantes a la capital musical es en diciembre. El número de visitantes se mantiene uniforme casi todo el año.
Si queremos que la música y la cultura se conviertan en algo más que lo “bonito” de nuestro territorio y genere empleo y dignifique a los hacedores de música y cultura, y se convierta en polo de desarrollo, el gobierno debe hacer un esfuerzo de planificación mucho mayor al que las diversas administraciones han hecho hasta ahora.
Los pocos dineros que se entregan a los creadores no deben ser con miras de apoyar (como si fuera una limosna), su trabajo, sino con miras a un proyecto mucho más grande: convertir a Ibagué en el destino de la música y la cultura, del tal manera que atraiga inversión y turistas que muevan la economía local. Hay que hacerlo sin miedo: los dineros invertidos se verán retribuidos en un aumento en los impuestos en comercio y en empleo.
Cómo, en Ibagué, SI
La secretaría de turismo y cultura de Ibagué debe dejar de ser la administradora de la pobreza, para convertirse en la promotora de un proyecto económico de largo aliento. El dinero debe ser distribuido a los artistas y gestores culturales para elaborar una oferta atractiva que pueda ser transformada en productos de turismo cultural. Es decir, conectar el portafolio y las diversas inversiones de cultura, con el desarrollo económico local.
Una vez tengamos esta oferta, es necesario desarrollar una campaña permanente que posiciones a Ibagué como destino cultural y musical. No una campañita de dos o tres meses, no. Un proyecto de largo aliento, que perdure en el tiempo, que promocione dichos productos en el mercado doméstico, regional, nacional e internacional. Es importante que la alcaldía adquiera un compromiso político de coordinación, integración con industrias culturales, planificación y consolidación de una oferta de productos identitarios, singulares y diversos, para luego promocionarlos a través de una campaña de sensibilización, difusión y apropiación, que garantice la llegada de turistas nacionales e internacionales. En el camino, se puede crear un observatorio de la música y el turismo cultural para estar atentos a los cambios y poder tomar decisiones adecuadas.
Al final, con el compromiso de todos, podemos consolidar a Ibagué, a nivel local, nacional e internacional, como el destino de la música y la cultura, con mensajes como que en Ibagué confluyen todas las músicas, todas las almas, que en Ibagué es el lugar donde la música hace fiesta todo el año.
Que no pasemos por la pena de contestarle a los amigos que nos visitan y nos preguntan qué hay para hacer, que no hay nada, porque promoveremos eventos y, especialmente, el trabajo de nuestros artistas, dignificándolos y promoviendo el desarrollo económico de la ciudad.
Una propuesta que ojalá no caiga como lluvia en el desierto, tal cual caen los estímulos en el bolsillo de los creadores locales.
Carlos Pardo Viña
Tomado de El cronista