Revista Pijao
Recuperación lenta, pero firme del libro
Recuperación lenta, pero firme del libro

Por Paula Corroto

El País (ES)

“Optimismo moderado”. “Progresa adecuadamente”. “El vaso medio lleno”. Con estas expresiones saludó Daniel Fernández, presidente de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) y de la Asociación de Cámaras del libro de España, el informe sobre el comercio interior y exterior del libro de 2016, elaborado por la FGEE y presentado hoy jueves. Las cifras para la sonrisa: un aumento del 2,7% en la facturación con respecto a 2015, hasta llegar a los 2.317,2 millones de euros, lo que sitúa al sector en un incremento de las ventas por tercer año consecutivo. “Y, además, no sólo se ha debido al libro de texto. La literatura vuelve a ponerse de moda”, sentenció Fernández.

Desde la FGEE se congratularon de que estos datos provengan de un aumento equilibrado en los diversos géneros literarios, de la recuperación en ventas de las librerías y cadenas de librerías (hasta un 2,9%), y también del crecimiento de las exportaciones, ya que en 2016 la balanza dio un saldo positivo con un aumento de las exportaciones hasta un 3,5% alcanzando los 571,77 millones de euros. “Esto se explica porque han decrecido las importaciones, compramos menos libros, pero se vende más afuera”, comentó Fernández. Los países a los que más exportamos son Francia, México y Reino Unido, como es habitual en los últimos años.

Sin embargo, no todo es tan halagüeño. En facturación el sector no ha alcanzado, y ni siquiera se acerca, a las cifras de 2008, el mejor año de los últimos diez, cuando se facturaron 3.185,5 millones de euros. Y, como dice el informe, a precios constantes, la facturación ha bajado un 34,1% desde 2006. Eso es todo lo que se ha perdido en los últimos diez años. “Todavía estamos en un periodo de incertidumbre. No podemos decir que estamos en tiempos postcrisis, pero también es verdad que la última campaña de Navidad fue muy bien y lo que llevamos de 2017 por primera vez ha ido mejor que en los años anteriores”, afirmó Fernández. Otra vez el esfuerzo por ver el vaso medio lleno.

En el informe se observan otros datos como la concentración editorial, ya que hay un 7,6% menos de empresas agremiadas. En los últimos meses se han producido movimientos como la compra de Ediciones B por parte de Penguin Random House que, en parte, explican estas cifras. Para Antonio María Ávila, director ejecutivo de la FGEE, no obstante, son datos que caminan a la par de los países de nuestro entorno. “Es una concentración que se mantiene estable. En realidad, es muy moderada”, afirmó. Sin embargo, las cifras de la cuota de mercado son tozudas: las editoriales muy grandes se reparten el 38,8% de la facturación y junto a las grandes alcanzan el 61,7% de todo el mercado.

Por último, números que muestran los reajustes del sector: la tirada sigue cayendo (-2,1%) por la impresión bajo demanda que llevan a cabo los editores, aunque el número de títulos editados sigue incrementándose llegando a los 81.496 títulos en 2016 (se incluyen las reimpresiones). Sobre si es una cifra demasiado alta para España, los editores estiman que no. “Además, la mayoría son libros de texto, casi 19.000 de esos 81.000, y hay muchos repetidos porque tienen diferentes ISBN. En realidad, lo que tenemos son unas 40.000 novedades al año”, reconoció Ávila. Un dato para un país en el que el 30% apenas lee un libro al año.

Y con respecto al libro digital se mantiene su estancamiento. La facturación continúa en el 5% de todo el mercado interior del libro, lo que suponen 117,19 millones de euros, un 1,5% más que en 2015. Rosalina Díaz, vicepresidenta de la FGGE, sin embargo, también se quiso mostrar optimista: “Parece que la gente se está animando a comprar donde antes había más piratería”. Todo parece ser alegría en el sector. O, al menos, están decididos a mostrarla.


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