No son pocas las figuras literarias con las que ha compartido el poeta Oscar Hahn (78). Con todas hay alguna anécdota: con Pablo de Rokha en una clase en el Pedagógico; con Borges participó de una cena en Maine, EEUU; con Pablo Neruda conversó en un hotel de Arica; con Raymond Carver compartió la misma mesa diaria en Iowa City, y con Violeta Parra estuvo en un café en Santiago, en los 60.
“Ella me sugirió cambiar el título de un poema que se llamaba Egloga fúnebre a Velorio del angelito. Era lo más adecuado”, recuerda el Premio Nacional de Literatura 2012, instalado en su departamento en Santiago. “Después me escribió unos versos”, dice y recita de memoria: “Y a este poeta flacucho, que acabo de conocer, esta noche le hago ver los dientes de mi serrucho”.
Oscar Hahn desarrolla los detalles de la historia con la autora de Gracias a la vida en su nuevo libro, Retrato hablado, conversaciones con el periodista y poeta Mario Meléndez, recién publicado por el sello Fondo de Cultura Económica.
El extenso diálogo se inicia cuando el integrante de la generación del 60 y autor de Esta rosa negra era estudiante en el Liceo de Hombres de Rancagua. Le siguen una serie de episodios vitales y sobre su trayectoria como creador: aborda, por ejemplo, su detención en la cárcel de Arica en 1973; el montaje con su libro Imágenes nucleares, que hizo la CNI, vinculándolo con extremistas; la censura de su poemario Mal de amor por el régimen militar; opiniones estéticas y políticas; el recuerdo de la escritura de los primeros versos, y cómo su obra se nutre del rock, la pintura, la música clásica y la cultura popular, hasta el aporte de las nuevas tecnologías y la elección de Donald Trump como Presidente de EEUU.
El nuevo título cierra con una selección de poemas, que son nombrados en las conversaciones, de Reencarnación de los carniceros a ¿Por qué escribe usted? Igualmente se reproducen fotografías de Hahn junto a autores como Ernesto Cardenal, Borges, Vargas Llosa, Nicanor Parra, Enrique Lihn, José Donoso y Neruda.
Un poema en la ropa
“Nunca me siento frente a la página en blanco a esperar que seres mitológicos o alguna entidad exterior a mí me soplen el poema desde las altas esferas”, dice Oscar Hahn en Retrato hablado. “Ni me propongo liberar mi inconsciente. En realidad nunca me propongo nada”, agrega sobre el proceso de escritura de sus poemas.
Traducido al griego, alemán, inglés, francés, italiano, portugués, Hahn es uno de los poetas más reconocidos de Chile. Ha publicado cinco libros por la prestigiosa editorial hispana Visor, entre ellos Versos robados, En un abrir y cerrar de ojos y Los espejos comunicantes. Además ha obtenido los premios Iberoamericano Pablo Neruda 2011 y el Premio Loewe 2014.
“Yo creo que mi poesía no ha sido leída en Chile. Ni por los propios colegas ni por los académicos de literatura. Entonces hay como una imagen completamente tergiversada de lo qué es mi poesía. Una mirada muy parcial y casi sectaria. Muchos se quedaron en la lectura de Arte de morir (1977), como si yo no hubiese escrito nada más”, dice Hahn, quien cree que en otros países, como en España, tienen una idea mayor de su obra.
“No me quiero quejar, pero aquí todo es medido con un canon limitado. Y no hay esfuerzo en entender una propuesta distinta”, comenta. Y en el libro precisa: “No hablo de los años en los que surgieron Neruda y Parra, sino de los años posteriores, cuando estos nombres ya estaban consolidados y cada uno había construido un canon. A partir de ahí, todo es medido con estos dos raseros”.
Hace una década Hahn se instaló en Santiago, luego de vivir 35 años en Estados Unidos, donde ejerció la docencia en la U. de Iowa. El año pasado su libro Arte de morir fue reeditado con prólogo y epílogo de Enrique Lihn por la editorial U. de Valparaíso. Además, se publicó una selección de su obra en Poesía fundamental por la editorial de la U. de Talca.
En las próximas semanas, el autor viajará a Francia para presentar la antología Peine de vie et autres poèmes, realizada por el sello Cheyne. Y desde Inglaterra recibió una oferta inesperada hace pocos días: a través de un email la marca de ropa Loewe le pidió autorización para estampar en una nueva línea de jeans su poema de amor Transformers. “Hundidos/ el uno en el otro/ ahora somos/ la bestia/ de dos espaldas:/ transformers/ con lenguas/ que se multiplican/ y armas de fuego/ que combaten/ entre ellas/ y se acoplan”, dice parte del texto. “No lo podía creer”, comenta Hahn halagado por la propuesta.
En Retrato hablado, libro hecho vía email durante un año, mientras Meléndez estaba en Italia y Hahn respondía desde EEUU, Alemania, España y Chile, también se dialoga sobre el interés por la lectura entre los jóvenes.
— ¿Qué opina del fenómeno de los booktubers?
—Si existen es porque hay un vacío que ellos tienen que llenar… Sería interesante seleccionar los mejores videos que reproducen los booktubers y utilizarlos en las clases de literatura.
— ¿Qué le parece la conmemoración del centenario de Violeta Parra?
—Creo que ahora recién se está valorando su obra. En la época en que yo la conocí la trataban mal, incluso con desprecio. Es parte del grupo de la gente ninguneada que al morir se transforma en objeto de culto, como también sucede con Enrique Lihn.
— ¿Qué le parece el actuar de Donald Trump?
—Creo que hay una mezcla de inexperiencia política y una falla psíquica. No hay empatía, no sabe relacionarse. Eso es Trump: una anomalía de la política. Igualmente me preocupa, aún mis dos hijos menores viven y estudian allá y sus declaraciones sobre los inmigrantes son absurdas y repulsivas.
Con información del diario La Tercera (Ch)