La escritora española Cristina Morales obtuvo este lunes el XXXVI Premio Herralde de Novela con su obra 'Lectura fácil', en la que reivindica el papel protagónico en la literatura de “los llamados administrativamente discapacitados intelectuales” o con diversidad funcional.
'Lectura fácil' narra la historia de cuatro mujeres, Marga, Nati, Patricia y Àngels, con vínculos familiares y origen común con diversos grados de discapacidad intelectual que comparten un piso tutelado en una Barcelona mestiza y opresiva con paro, desahucios, mentiras, okupas, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y los ateneos libertarios como telón de fondo.
El jurado del premio estaba compuesto por Gonzalo Pontón Gijón, Marta Sanz, Juan Pablo Villalobos, Rafael Arias y la editora Silvia Sesé, y ha escogido la novela ganadora entre las siete obras finalistas al galardón, dotado con 18.000 euros (20.493 dólares) y convocado por la editorial Anagrama.
En nombre del jurado, la editora Silvia Sesé señaló que “tanto la ganadora como la finalista son novelas que provocan discusión y diálogo, y la literatura de Cristina Morales está para provocar conversación, para producir tensión, para estirar el lenguaje”.
“Morales impugna un canon de normalidad económico, social, político, moral, educativo. Y lo hace a través de una motosierra estilística que, a su vez, impugna el canon de normalidad literaria”, aseguró Sanz, otra de las integrantes del jurado.
La autora confesó que 'Lectura fácil' es una novela sobre la Barcelona que le ha tocado vivir desde que llegó a ella hace seis años. Para Morales, es reconfortante pensar que “la visión que una tiene sobre las cosas puede ser trasladable a la sensibilidad de los demás”.
La ganadora del Herralde reivindicó el tratamiento narrativo de personajes con lo que se considera administrativamente discapacidad intelectual: “La literatura ha dado poca cabida a voces protagónicas de este tipo, y aunque existe tradición literaria en torno a la locura, no es así respecto a lo que los castellanos denominaban ‘el idiota’ o ‘el tonto del pueblo’ ”.
El Benjy de 'El ruido y la furia' de Faulkner o el Zacarías de 'Los santos inocentes' de Miguel Delibes fueron dos referentes presentes en la autora, quien recordó que “cuando han sido utilizados son vehículo para hacer crítica de clase”.
En opinión de Morales, “hay gran potencia en la posibilidad de acercarse literariamente a estos personajes, que en la vida real están en los márgenes de los márgenes”.
Las cuatro protagonistas, que proceden de un ambiente rural indeterminado, pasan “peripecias frente a una administración pública buenista y paternalista”, y la novela quiere “confrontar la retórica de lo institucional frente a la retórica del analfabeto o de aquel al que se lo acusa de hablar mal”. A pesar de la “seriedad” con la que aborda el tema, Morales asegura que la novela “está hecha desde la gracia, la fiesta del lenguaje, desde el humor, porque una escribe para pasarlo bien”.
Morales, que nació en Granada en 1985, es autora de las novelas 'Los combatientes', 'Malas palabras' y 'Terroristas modernos'. Además, sus cuentos han aparecido en antologías y revistas literarias. Este año, al Premio Herralde se presentaron 445 novelas, y la otra obra que pasó a la deliberación final fue 'El sistema del tacto', de la chilena Alejandra Costamagna (bajo el seudónimo de A. Torrant).
Tomado de El Tiempo