Fue uno de los mayores intelectuales contemporáneos en Italia. Guido Ceronetti, poeta, filósofo, escritor, periodista y director teatral, nacido en Turín hace 91 años, ha muerto en su casa de Cetona, en la provincia de Siena, donde se había retirado a escribir.
Fue especialmente crítico con los vicios de los italianos y contra la modernidad, el conformismo y la vanidad humana. Muy culto, con una prosa audaz, deploraba la motorización masiva, el tráfico enloquecido, la contaminación y la sobrepoblación de las ciudades. Rigurosamente vegetariano, mostraba su horror por el consumo de carne, los mataderos y la cría intensiva de animales.
Ceronetti utilizó un tono apocalíptico en sus libros de recuerdos en viajes por Italia, como «Albergo Italia» (1985) o «Viaggio in Italia» (1983). Fue igualmente crítico con la política, que definía como «un viejo vampiro», describiendo a Italia como una democracia estrangulada en su nacimiento por tres poderes con la solitaria totalitaria: democristiano, comunista y sindical.
Ceronetti pensaba que era una locura la dependencia de lo digital y definia la web como «un luna park sin alma». Enfermo desde hace tiempo, creía en alguna forma del más allá. «No tengo miedo de morir; solo de sufrir», declaró en una entrevista. En 2009 Ceronetti se acogió a la ley Bacchelli, un subsidio para los italianos que se han distinguido por su trabajo y se encuentran con necesidad económica: percibía del Estado 18.000 euros anuales.
Tomado de ABC (España)