Por Carlos Garfella Palmer
El País (Es)
Manuel de Pedrolo (L’Aranyó, 1918 - Barcelona, 1990) es un cajón de sorpresas sin fondo. O más bien el hueco de un escalón repleto de textos inéditos, planfletos subversivos, obras publicadas 20 años después de ser escritas y donde el escritor escondía parte de su archivo censurable durante los años más oscuros de la Dictadura. El escondrijo del escritor en su casa de Tamarit (Tarragona) lo desveló su hija Adelai durante el acto de presentación del año Pedrolo, una conmemoración organizada por la Generalitat para 2018, año en que se cumplen cien años de su nacimiento. La anécdota sirvió de preludio para la noticia que desveló instantes después: la publicación para esta primavera de una obra inédita que se sumará a la ya extensísima bibliografía de uno de los escritores más importantes en catalán del siglo XX. Del libro lo único que se sabe por el momento es que es una autoficción “con una extensión de alrededor 150 páginas” y que la editorial Comanegra lo publicará el próximo Sant Jordi, explicaron la editorial y su hija casi a regañadientes.
Pedrolo regaló la obra a su descendiente cuando esta tenía 15 años. “Me dijo que hiciese con ella lo que quisiese. Todo este tiempo he decidido guardarla, pero coincidiendo con los cien años de su nacimiento me parece un buen momento para hacerla pública”, explicó Adelai. Para abrir boca en la conmemoración del centenario, Comanegra ha reeditado Terra prohibida, compuesta por cuatro novelas (Les portes del passat, La paraula dels botxins, Les fronteres interiors y La nit horizontal), así como el cuento ilustrado El principi de tot.
Pedrolo escribió en 1955 Terra prohibida, probablemente una de sus obras más políticas, a sabiendas de que no la podría publicar debido a la censura franquista. Finalmente, fue lanzada en 1977 por la extinta Laia. La novedad es que esta vez Comanegra la publicará en dos volúmenes. El primero, ya en las librerías, está compuesto por Les portes del passat y La paraula dels botxins. El segundo, previsto para 2018, lo conforman Les fronteres interiors y La Nit horizontal. El principi de tot, ilustrado por Pep Boatella, está destinado al público infantil.
15 reediciones
A sendas publicaciones le seguirán una avalancha de reediciones de distintas editoriales, 15 por el momento, tal y cómo desveló la comisaria del Año Pedrolo, Anna Maria Villalonga. Entre ellas, Edicions 62, la editorial que agrupa la mayor parte de su obra y que lanzará una recopilación de tres novelas negras: Doble o res, Joc Brut y L’Inspector fa tard.
De los actos programados para el centenario de su nacimiento, sin embargo, no se dieron demasiados detalles. “Tenemos una lista muy larga de cosas por hacer”, dijo Villalonga. La directora de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), Laura Borràs, explicó que ambas publicaciones de Comanegra son el punto de partida de un año marcado por actividades en torno a la figura del autor en Universidades, colegios, bibliotecas y festivales literarios. Entre ellos, el festival nacional de poesía, que contará con una sección dedicada a una de las facetas más desconocidas de un escritor que entre verso, teatro, novela y ensayo acumula más de 100 títulos y 120.000 páginas.
Las organizadoras del año conmemorativo esgrimieron que la situación política no ayuda a definir el calendario del año Pedrolo. Así lo explicó Borràs, quien denunció que la intervención de las cuentas de la institución por el Gobierno desde septiembre está obstaculizando su financiación. Un contexto político que para la comisaria destaca todavía más la vigencia actual del personaje, un independentista convencido desde mediados de siglo. “Su lectura es muy idónea en estos momentos, con la maquinaria represora del estado actuando”, añadió su hija. Vilallonga remarcó que el objetivo principal del año conmemorativo por encima de actos y charlas en el mundo académico será la divulgación de la obra del escritor catalán más allá del Mecanoscrit del segon origen, la más exitosa de su carrera y una de las más vendidas de la literatura catalana con un millón de ejemplares. A Pedrolo le irritaba que solo se le reconociese como el autor de la misma. Su hija, de hecho, explicó que el escritor le llegó a decir: “Si lo sé, no la escribo”.