Por Rut de las Heras Bretín Foto Cortesía Fundación Loewe
El Páis (Es)
Tiempo ganó ayer Ben Clark y gastó más de dos baterías del móvil. El ganador del premio de poesía Loewe de este año se mostraba “abrumado” por todas las felicitaciones que estaba recibiendo y eso que no es novato en esos territorios, ya recibió el Hiperión en 2006 y el Ojo Crítico de RNE en 2014.
Clark diferenciaba ayer por teléfono desde Ibiza entre el premio Hiperión, “que rompe el anonimato”, y el Loewe, que considera un reconocimiento definitivo y trasciende el mundo de los libros a juzgar por todas las llamadas que estaba recibiendo ajenas a círculos literarios.
El jurado destacó de La policía celeste, la obra galardonada que publicará en torno a marzo la colección Visor de Poesía, que es un “libro de madurez de una persona joven, muy sencillo, muy transparente, traspasado de una sabiduría y de una objetividad ante una realidad”. Clark (Ibiza, 1984) apunta que “sencillo de palabra, pero no simple” y que a pesar de sus 33 años sí se considera maduro como poeta por las lecturas que acumula y también por su labor de traductor: “Llevo 15 años dedicado por entero a la poesía”.
No desdeña ni por asomo los 25.000 euros con los que está dotado el premio: “Se traducen en tiempo. Me supone, sin metáforas, horas de tranquilidad de saber que puedo pagar las facturas y que puedo dedicarme a esto, a leer, a revisar, a volver a los poemas una y otra vez”. Huye del tabú que puede suponer hablar de dinero. “El poeta tiene que estar en contacto con el mundo que le rodea”. Bebe del mundo físico y del virtual, se adentra en Internet como quien entra en una biblioteca. Así escribió Basura (Delirio, 2011) y así se documentó para La policía celeste, del que dice que son experiencias personales que en frío no tendrían que interesarle a nadie pero que ha intentado que tengan un reflejo universal, como universales son los temas de los que trata: muerte, paso del tiempo, amor...
Y en el virtual también se encarga de sus redes sociales, un escaparate para cualquier escritor de hoy en día que no tiene agente, campañas de marketing... "Tenemos que difundir nuestra obra y a los que nos apoyan, las editoriales pequeñas...". Y aunque Clark les ve claras ventajas, considera que el papel que juegan en el mundo de la poesía es complejo. "Actualmente se logra que llegue a más gente, que haya más interés", afirma, pero cree que corre el peligro de convertirse en algo fácil, de quedarse en la superficie, de "no ahondar, no ir más allá". A toda la poesía en redes le ve posibilidades pero avisa que no tiene que ir en detrimento de la calidad.
Galardón para Ángela Segovia
Otra joven escritora, Ángela Segovia (Navas del Marqués, Ávila, 1987), fue galardonada ayer con el premio de poesía joven Miguel Hernández de este año, concedido por el Ministerio de Cultura, por su La curva se volvió barricada. El jurado destacó que representa la apertura de la poesía española hacia nuevos caminos que tienden puentes con nuevas formas de expresión artística y con la poesía hispanoamericana.
Los rotos (con Anne Sexton)
Ben Clark
Todas las divisiones son mentira
salvo la que divide los cuerpos en dos
grupos incomprensibles entre sí.
Aquellos que se han roto y los que no.
Los rotos no pedimos demasiado:
que se nos quiera, sí,
que los que no han vivido la fractura
tengan paciencia
si mascullamos viendo las noticias
o hacemos el amor
con un poco de miedo.
Entenderás, entonces, ciertas cosas.
Por qué en casa las tazas no se tiran
y por qué a veces quiero
estar solo después de que suene un portazo.
Los ritos de los otros, amor mío.
Ademanes que espero que no comprendas nunca.