La censura franquista prohibió la publicación de «El túnel» de Ernesto Sabado por considerar que, si se prescindía de la intención simbólica del autor, no quedaba «más que una novela pornográfica, en la que se relatan una adulterio y un asesinato». Así se indica en el expediente completo de la censura, inédito hasta ahora y que Seix Barral ha incluido en una nueva reedición de la obra, al cumplirse 70 años de su primera publicación.
«El túnel» vio la luz en 1948 en la revista «Sur» en Buenos Aires, después de que el manuscrito fuera rechazado por las principales editoriales argentinas. No fue hasta 1966 cuando esta obra, una novela psicológica narrada en primera persona y enmarcada en el existencialismo de la época posterior a la Segunda Guerra Mundial, pasó en España los filtros franquistas al decidir el censor que las pasiones «primarias» que reflejaba Sábato en la novela eran bastante «corrientes» en el cine.
Cuando Sábato logró publicar «El túnel» recibió críticas entusiastas de Albert Camus, que hizo que Gallimard lo tradujera al francés, lo que dio a la obra proyección mundial.
Con motivo del 70 aniversario de su primera publicación, se reedita esta novela, considerada como la mejor introducción al universo literario de Sábato, junto con el expediente completo de la censura en España, inédito hasta ahora, así como una recopilación de textos del propio autor sobre el texto.
Novela de estructura casi policial, «El túnel» está relatada en primera persona por Juan Pablo Castel, que se presenta al principio de la obra como el pintor que mató a una mujer, María Iribarne, y en ella Sábato entrega los elementos básicos de su visión metafísica del existir.
La censura denegó en mayo de 1965 la publicación de esta primera novela de Sábato en España porque en ella se relataban «las consecuencias de un amor ilícito»: «En el fondo, a la manera de los cultivadores del absurdo, un Camus por ejemplo, hay una defensa apasionada de la fidelidad en el amor, pero se parte del equívoco de que el amor puede ser ilícito. En el empeño de defender esa, en consecuencia, también falsa fidelidad se justifica el asesinato».
La decisión de no autorizar la publicación se mantuvo en noviembre de 1965, cuando la censura destacó que pese a no presentar problema político alguno, era aconsejable mantener la prohibición por desarrollarse «en un ambiente moral disolvente y absurdo». Y nuevamente un mes después, el censor ratificó la prohibición basándose en la forma de la novela debido a que empleaba una «fraseología excesivamente cruda» de tal forma que si se prescindía de la intención simbólica del autor, no quedaba más que «una novela pornográfica». Además, la pequeña extensión de la obra, -agregaba el censor- podía ponerla en manos de un amplio círculo de lectores «que no comprenderían fácilmente la intención simbólica de la novela».
Finalmente, en enero de 1966, la censura cambió de opinión y decidió que era literatura indicada para el gran público por lo «rápido del relato», por lo que el Ministerio de Información autorizó su publicación ya que los reparos contra «El túnel» eran de índole «exclusivamente moral».
La nueva edición de esta obra de Sábato, premio Cervantes, incluye también un apéndice con varios fragmentos en los que el propio autor reflexiona sobre su obra más conocida. «'El túnel' fue la única novela que quise publicar, y para lograrlo debí sufrir amargas humillaciones», recordaba el escritor argentino en 1999, al explicar cuánto le debía a Albert Camus, que animó a la editorial Gallimard a que la publicara en Francia.
El autor de «El túnel» señalaba cómo, al tener una formación científica, a nadie le parecía posible que pudiera dedicarse seriamente a la literatura. «Cuánto le debo a aquel escritor genial, con quien compartiría luego inquietudes metafísicas y éticas», decía el autor argentino, fallecido en 2011, a los 99 años.
Tomada de (ABC)