Revista Pijao
Grietas del periodismo en la segunda guerra mundial
Grietas del periodismo en la segunda guerra mundial

Por María Paula Lizarazo Cañón

La semana pasada, el periódico El País de España, en su artículo La mancha del nazismo persigue a Associated Press, cuenta que la historiadora alemana Harriet Scharnberg publicó en 2016 el artículo La A y la P de Propaganda. Associated Press y el fotoperiodismo nazi, en el que tilda de complicidad con el nazismo a la agencia estadounidense en la década de 1930, dado que logró permanecer legalmente en el régimen nazi censurador de prensa; en el artículo, Scharnberg concluyó que AP ocultó las salvajadas que cometieron los nazis, presentando los acontecimientos como propios de una guerra, no de un exterminio humano.

The Associated Press, prensa asociada (AP), es una agencia de noticias fundada en 1846. AP ha informado desde las distintas frecuencias de periodismo: prensa (y fotografía), radio y televisión.

En el artículo de El País, además, se revela sobre Franz Roth, retratista que trabajó para los nazis y para AP. El sitio virtual chicagotribuno.com publicó un artículo en el que también expuso esta situación de la cobertura fotográfica de AP a los nazis en la segunda guerra mundial. Scharnberg identificó fotógrafos alemanes que fueron reclutados por los nazis y otros que se unieron libremente a la propaganda militar nazi, siendo que algunos seguían pasando factura en AP,, como Roth.

Luego del artículo de Sharnberg, AP hizo una revisión de su supuesta compilación con el nazismo y publicó un informe de 163 páginas con alrededor de 40 pruebas documentales en su defensa.  "Reconocemos que la AP debió haber protestado cuando las fotos de AP fueron explotadas por los nazis con fines propagandísticos dentro de Alemania y haberse negado a emplear fotógrafos con afiliaciones y lealtades políticas activas", sin embargo, consideran “erróneo” que los confundan con colaboradores del nazismo, “gracias en buena medida a la cobertura agresiva de la AP, el mundo entero se enteró de las ambiciones nazis de dominar Europa y de su brutal tratamiento de sus opositores”.

Tres siglos de periodismo

En 1605 el alemán Johann Carolus escribió el primero de lo que hoy en día conocemos como periódico, escrito a mano, valiéndose de las noticias que le llegaban por unos corresponsales que estaban a su servicio; “todo es humano demasiado humano”: el periodismo, entre otras escenas, ha sido la careta de un sinfín de intereses; para ampliar su negocio, Carolus invirtió en una imprenta y fue así como se fundó la primera empresa de prensa que imprimió en cantidad, llamada Colección de todas las noticias distinguidas.

Diecisiete años después, en Londres descubrieron que otra forma de alimentar la innata necesidad del ser humano de contar y vencer la sinrazón del poder era siguiendo los pasos de Carolus, entonces se fundó el WeekleyNews of London. Mientras que, en América, en el siguiente siglo, hacia 1704 fue fundado el Boston News-Letter.

Fue así como continuaron surgiendo periódicos en Europa y América, para que la gente se enterase de lo que ocurría, a la par de que el periodismo comenzó a ser un puente entre el arte y el pueblo, publicando novelas por entregas que llegarían a todas las clases sociales.

No obstante, en algún momento del siglo XIX, alguien se dio cuenta de que los periódicos no daban abasto frente a todo lo que podía ocurrir en el mundo. Como respuesta, comenzaron a nacer agencias de información, lo que hoy en día llamamos agencias de noticias.

Estas funcionaban como organizaciones que contaban con corresponsales en muchas partes, de modo que, ante una noticia, la cubrían, redactaban la información y la enviaban prontamente a quienes serían sus clientes: los periódicos. Luego se sumarían la radio y, por último, la televisión. Entre las primeras agencias que hubo en el mundo están la francesa Agence France – Presse, la española EFE, la italiana Agenzia Stifano y la estadounidense Associated Press.

En otro tejido de criterios, las agencias de noticias han sido consideradas como un círculo de información que pretende difundir y adoctrinar en favor de países imperialistas. Para dicho tejido, quizás no sea coincidencia que estas surgieran en el auge del capitalismo.

El periodismo en el nazismo

En 1939 el Premio Pulitzer de la Universidad de Columbia (EE.UU.), galardón por logros ya sea en periodismo, literatura o música, fue otorgado a Louisi P. Lochner, jefe de la oficina de AP en Berlín entre 1928 y 1941, por “su cobertura del régimen nazi, incluidas sus acciones y políticas antisemitas”. Lochner, fue considerado por unos como un pacifista anti nazi, y por otros, un pronazi debido a su cubrimiento de las victorias de la expansión nazi.

 En 1940, Lochner escribió a la oficina de AP de Nueva York que "Si recibo favores nunca ha sido por un intercambio de principios, sino simplemente porque lo que he logrado vender a las autoridades de Associated Press es objetivo y neutral, y que ese es un instrumento de información pública tan poderoso que ningún gobierno puede permitirse despreciarlo".

John Daniszewsk, vicepresidente de AP, declaró que “en el informe se ve cómo Lochner trataba de sacar las historias, aunque al mismo tiempo trataba de no ser expulsado del país. Ese es el alambre en el que caminaba". AP logró quedarse en la Alemania nazi hasta 1941.

Tras la llegada al poder de las SS, AP le suministró fotografías a los medios alemanes, servicio que también contrató el partido de Hitler, bajo la supervisión del Reichsministerium für Volksaufklärung und Propaganda (Ministerio del Reich para la Ilustración Pública y Propaganda), institución que existió entre 1933 y 1945 como promotora de la ideología nazi y reguladora de prensa, literatura, arte audiovisual y escénico, las tendencias vanguardistas del cubismo, el dadaísmo y el impresionismo, la música y la radiodifusión.

En ese entonces, la gerencia de AP insistió en que la información que vendieran debía mantenerse neutral, sin embargo, el informe de AP da cuenta de que, si bien las fotos que tomaron no fueron alteradas por los propagandistas nazis, los pie de fotos que ellos redactaron en ese entonces, fueron reescritos y publicados con palabras engañosas.

Antes del control del Ministerio para la Ilustración Pública y Propaganda, los nazis sólo controlaban un tres por ciento de los casi cinco mil periódicos diarios que imprimían en las pequeñas imprentas de pueblos alemanes que tenían el control periodístico en el país.

En 1935, Alemania fue el primer país en introducir la televisión regular como servicio público, medio del que después los nazis se valieron para promoverse y difundir los discursos del Fuhrer, además de la radio.

Hacia el año de 1941, la Casa editorial Ehe, nazi, tuvo lugar como la mayor editorial en la historia alemana, cuyo periódico, el oficial de la SS, el Völkischer Beobatcher, que venía creciendo desde 1920 cuando lo compró la SS, alcanzó a circular más de un millón de ejemplares: 1.700.000 en 1944. En los tiempos en que Hitler era el censurado, Völkischer Beobatcher incidió en la fuerza que el Fuhrer adquirió para después alcanzar el poder.

 El País, tras un comunicado que le envió la historiadora Sharnberg, confió que ella se reafirma en sus declaraciones del año pasado: "Ninguno de los resultados presentados en mi artículo están refutados por esta revisión, lo que no implica que AP haga un análisis distinto de esos resultados".

 

Con información del diario El Espectador


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