¿Qué libro tiene entre manos?
Derecho natural, de Ignacio Martínez de Pisón.
¿Ha abandonado algún libro por imposible?
Sí, la mayoría de los que me han mandado por obligación en mi época de estudiante.
¿Con qué personaje le gustaría tomar un café mañana?
Con Ángel Ortega. La novela de Pisón me tiene enganchada.
¿Recuerda el primer libro que leyó?
El primero que leí en mi vida, no, pero sí que recuerdo a “Los Cinco”, marcaron mucho mi infancia.
Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.
Descubrir a los poetas del 27 en las últimas páginas del libro de Lengua y Literatura. Era consciente de que no llegaríamos a estudiarlos por falta de tiempo, así que en clase me dedicaba a leerlos. Me maravillaron, me abrieron la puerta de un mundo del que aún no he salido.
Parece que la poesía ha conquistado a nuevos (y más jóvenes) lectores... ¿qué hacían mal los editores y los poetas más veteranos?
Nada, lo que pasa es que ha surgido un nuevo canal de comunicación bestial que ha permitido que personas que nunca se habían acercado a la poesía lo hagan, casi de manera involuntaria en muchos casos, sin buscarlo. Este canal es Internet y ha conseguido que el lenguaje poético se propague. Por supuesto, como con todo lo importante, hay que saber utilizarlo.
¿Cuál es el secreto para triunfar en las redes siendo poeta?
No tengo ni idea, no me lo he planteado... Supongo que hace falta talento, suerte, saber decir que no y decir que sí y muchísimo trabajo diario y constante, por supuesto.
Octavio Paz decía que se escribe siempre el mismo libro. ¿Y usted?
Yo sólo leo a mis maestros, los de siempre y los nuevos, así que intento aprender de ellos no sólo en cuanto a escritura sino también en las decisiones. Pido consejo y me dejo guiar por quien sabe. Desde el primer libro tengo claro que el público merece un respeto mayúsculo y eso pasa por no publicar libros iguales, plagados de poemas que no cuentan nada distinto a los anteriores.
¿Cómo les leen los poetas consagrados, con respeto, indiferencia, incomprensión, interés?
Yo siento respeto, interés y ganas. Luis García Montero siempre dice que fue Alberti el que le enseñó a escuchar a los jóvenes, y sin duda lo pone en práctica. Siento una tremenda gratitud por ello hacia él y hacia otros poetas como Benjamín Prado o Joan Margarit.
¿Qué poeta desconocido nos recomendaría?
Raquel Bullón Acebes.
¿Qué puede adelantarnos de su primera novela?
No está terminada así que prefiero no adelantar mucho. Lo estoy disfrutando mucho y espero no defraudar al público.
¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Sí.
¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado?
Tu silla, su refugio, en el Caixa Forum. Maravillosa y de carácter solidario con los refugiados. Muy emocionante. La recomiendo sin ninguna duda.
¿Qué música escucha en casa?
De todo, según el momento. Llevo unos días con el último disco de Robe (Extremoduro) sonando una y otra vez. Los discos de Ludovico Einaudi siempre están a mano para escribir, Norah Jones para relajarme, los Beatles cuando me despierto, y canciones de la radio para bailar.
¿Es usted de las que recela del cine español?
Para nada.
¿Le gusta España? Denos sus razones.
Me gusta, y mucho. Lo que no me gusta es su gobierno y algunos de sus ocupantes. Ensucian, afean, molestan y devalúan un país hermoso lleno de cosas de las que estar orgulloso. De España me gustan la gastronomía, el estilo de vida, la cantidad de ciudades preciosas que hay, el arte y la historia, el cine, la literatura, la música, las mentes privilegiadas nacidas aquí, el carácter de las personas y las playas.