Por Paulina Tejada Tirado Foto Paulina Tejada
El Espectador
Luego de terminar su primera novela gráfica, Tres Veranos, Sofía Álvarez Watson quedó enganchada. Decidió, entonces, hacer una segunda dedicada a una mujer bastante peculiar de su familia. Aunque La Watson, como es conocida, contaba con datos reales para su relato, necesitaba alimentarlo de historias, y no de cualquier tipo: historias de amor.
En vez de inventárselas, pensó que sería más divertido sacarlas del corazón de las personas alrededor de América Latina. De esta manera nació Amor dibujado: Historias de amor y retratos, su más reciente proyecto. En él, La Watson se sienta a conversar con desconocidos para que le cuenten una historia de amor o de desamor. Ella, a cambio, les regala un dibujo.
Todo surgió en enero, cuando publicó en su cuenta de Instagram la invitación. Pensó que, tal vez, serían tres o cuatro las personas interesadas, pero se llevó una sorpresa cuando en menos de 10 minutos ya tenía 20 mensajes, que con el tiempo se fueron multiplicando de forma exponencial. “El proyecto partió así, pero yo no me imaginé que fuera a tener tanta acogida. Ahora tengo 125 historias, 10 son de Medellín y 10, de Bogotá. El proyecto, entonces, ha ido mutando”, cuenta la artista pastusa.
Su metodología es sencilla y directa. La Watson convoca por redes sociales según la ciudad en la que se encuentre, y quien esté interesado solo debe enviarle un correo electrónico agendando su cita. “No me gusta que sean entrevistas, sino que sea una charla amena, que la gente se siente al frente y tengamos un intercambio de energías”, dice Sofía.
A raíz de este trueque, La Watson ha recorrido casi todos los cafés de Buenos Aires, ciudad en la que reside desde hace cinco años, recogiendo testimonios de amor con su grabadora. En algún momento soñó con tener 100 relatos de cada país. Por ahora, concluye, está dejando que el Amor dibujado sea el autor del futuro de su obra, sus viajes y su camino.