Por: Carlos Gálvez Santa
Como quien degusta sorbo a sorbo una botella del mejor vino, igualmente página a página
se siente el placer de leer 'El Beso del Francés' la reciente novela del escritor tolimense
Carlos Orlando Pardo Rodriguez, bellamente editada por la Biblioteca Libanense de
Cultura, en su colección básica, volumen 39.
Doce años de trabajo ininterrumpido del autor para la elaboración de esta obra, hacen de
ella un verdadero deleite, al conjugar el virtuosismo literario propio de Pardo, la agilidad en
la narración y la riqueza del lenguaje, acompañado de una rigurosidad histórica fiel a la
época de los acontecimientos sucedidos en el Siglo XIX, que sirven de marco al desarrollo
de la trama.
Cada uno de los tres personajes, ejes conductores de la novela, están ubicados de manera
exacta en su periodo histórico: la monja Mercedes González, víctima de una las decisiones
del Gobierno de Tomas Cipriano de Mosquera entre 1861 y 1863, como fue la expulsión de
los jesuitas y otras comunidades religiosas de Colombia y de un albacea oportunista y
timador quien la dejó sin herencia; Desireé Angee, exiliado de Francia, su país natal, por
Antoine, su propio padre, en la época napoleónica, con el argumento de que “Yo que he
sufrido la guerra, solo quiero que nunca estés en ella”, e Isidro Parra, combatiente de las
guerras civiles en especial en los años 1860 y 1876 cuando alcanzó el grado de General;
estos dos últimos unidos por una de las grandes gestas de la historia de Colombia como fue
la colonización antioqueña.
El Líbano, uno de los ciento setenta y seis pueblos producto de esta colonización, es el
escenario principal de la novela, su génesis, los eternos problemas por la tierra y la
propiedad, las dificultades de la convivencia y la formación de su economía, son elementos
que se encuentran a lo largo de la obra, tratados con profundo conocimiento de su
desarrollo y evolución.
Igualmente, los aspectos afectivos y sicológicos de cada uno de los personajes, es tratado
con profundidad. El conflicto religioso de Mercedes que se debate entre el amor a Dios y al
ateo Desireé; el aislamiento familiar del francés con su exilio y su extraña relación con
Mercedes y la quijotesca tarea de Isidro Parra para darle vida legal a un pueblo formado a
su imagen y semejanza; son componentes que apasionan e incitan a leer ávidamente, de
principio a fin, cada una de sus páginas.
Para quienes conocen la historia del Líbano es este un excelente reencuentro con sus raíces
y para quienes la desconocen, la oportunidad perfecta de recorrer los caminos que transitaron aquellos hombres y mujeres, que detrás de encontrar casa y labranza forjaron un pueblo en donde la laboriosidad, la cultura y la libertad, se convirtieron en la razón de serde sus descendientes.
¡Salud!.