Por Maykel Espinosa Rodríguez
Diario Juventud Rebelde (Cu)
Un contexto propicio para reflexionar sobre los retos de los intelectuales en el siglo XXI ante la ofensiva neoliberal imperialista resulta el coloquio Cultura contra Fascismo, que sesiona hasta este martes en la Sala Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).
Con motivo de homenajear el aniversario 80 del II Congreso de Escritores en Defensa de la Cultura, celebrado en julio de 1937 en Europa, y el 115 del Natalicio de Nicolás Guillén, el coloquio reúne durante dos días a intelectuales cubanos y españoles, quienes en la sesión inaugural recordaron la presencia de escritores progresistas cubanos en este evento internacional contra el fascismo, entre ellos Juan Marinello, Nicolás Guillén, Félix Pita Rodríguez, Alejo Carpentier y Leonardo Fernández Sánchez.
Como parte del panel Cubanos en el II Congreso las investigadoras Ángela de Mela, Graziella Pogolotti, Denia García Ronda, Ana Suárez Díaz y Caridad Massón Sena se refirieron a la impronta de la España de 1930 en la vida y obra de estos intelectuales cubanos.
En los años 30 la inteligencia española se definió en una actitud antifascista y revolucionaria. Varios sucesos nacionales conllevaron a la unión de intelectuales ligados a las ideas socialistas y comunistas, surgía así en 1933 la Alianza de Escritores y Artistas Revolucionarios, entre los que figuraban Rafael Alberti y María Teresa León. Con el surgimiento del franquismo esta alianza se radicalizó y se materializó también el odio por parte del Régimen hacia los intelectuales y escritores progresistas, cobrando valiosas vidas como las del poeta Federico García Lorca y el catedrático Leopoldo García Alas.
Tras el Primer Congreso de Escritores en París y el surgimiento de la Alianza de Intelectuales Antifascistas en Defensa de la Cultura, se crea una sede de esta Madrid.
Esta misma alianza organizaría el segundo congreso en vísperas de la batalla de Brunette, el día 4 de julio en el ayuntamiento de Valencia teniendo sesiones en Madrid y Barcelona y concluyendo en París.
En este encuentro de 1937 Marinello, como presidente de la delegación latinoamericana, recordaría los vínculos ideológicos en las luchas sociales y políticas de ambas latitudes, cuando expresara: « ¿Quién podrá entender mejor la razón del campesino de Andalucía que el indio de Bolivia? ¿Quién podrá saber de agresiones del poder económico mejor que el negro antillano?»
El 13 de julio se trasladan, debido a la guerra, los discursos a París quedando Marinello en España. En esta nueva sede Guillén en uno de sus discursos dijo:
«Siempre se ha hallado España presta a morir y toda su historia no es más que un toreo a la muerte un juego dramático con lo desconocido, con lo peligroso. Pero ahora está más presta que nunca, porque es su más profunda sustancia la que ha sido pisoteada de modo que el hombre de tierra española el que realmente vive en ello y sobre ella, no de ella, el hombre humilde y humillado ha aprendido en las bombas de Hitler y de Mussolini, que sus huesos están cubiertos con la misma carne que los demás hombres humildes del mundo y que solo juntándose, apretándose, defendiéndose en España, mañana en cualquier otro sitio del planeta, será posible arribar a la verdadera humanidad.»
Intelectuales del siglo XXI
Casi un siglo después, para David Rodríguez Fernández, presidente de Izquierda Unida del País Valencia y miembro de la Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí, es necesario, como aquellos intelectuales, seguir defendiendo la cultura en estos tiempos de post verdad y manipulación, de adoctrinamiento y de consumismo cultural pasivo.
«La hegemonía cultural capitalista, el american way of life, el pensamiento único sigue ganando la guerra global de ideas, sus paradigmas impregnan la sociedad de consumo a través de grandes armas de desinformación y seducción masiva. Medios de información, redes sociales, entretenimiento musical y cinematográfico, literatura, son capaces de justificar la guerra, la desigualdad norte sur, la injerencia, la estigmatización de procesos de transformación social, la discriminación, el robo, incluso esconder la lucha de clases y la resistencia y las alternativas», agregó.
«Tenemos que tejer redes para construir la alternativa ideológica desde la verdad y el compromiso militante con la cultura y la vida, con la justicia y la solidaridad como pilares fundamentales.»
Pascual Serrano, periodista y ensayista español reafirma el compromiso de los intelectuales contemporáneos al afirmar: «La principal responsabilidad de los intelectuales, sus insoslayable obligación moral, es la de oponerse a los abusos del poder. La plutocracia estadounidense, con la creciente complicidad de algunos gobiernos europeos, ha puesto en marcha una maquinaria de guerra y represión sin precedentes, y, del mismo modo que en los años 30 la defensa de la dignidad pasaba necesariamente por la negación de su negación, que era el fascismo, hoy la lucha por los derechos humanos y por la libertad de los pueblos se traduce de forma ineludible en la lucha contra el imperialismo»
El escritor italiano Carlos Frabetti asegura que la hornada actual de intelectuales seguidores de aquella generación de 1937, hace frente, en el plano mediático y cultural, a todas las mentiras y tergiversaciones sobre Cuba, Venezuela y las campañas de expolio de Estados Unidos e Israel en el mundo.
Otro tema abordado en la jornada de este lunes fue la presencia de escritores cubanos en la España republicana y durante la Guerra Civil. También se rindió a homenaje a dos grandes intelectuales cubanos: Guillermo Rodríguez Rivera y Fernándo Martínez Heredia.
Este martes 11 se tratarán temas como la participación de los intelectuales españoles en la Guerra Civil, el papel de la mujer en esta contienda, así como la presentación del libro España, de la editorial Sensemayá.
El evento fue organizado por la Fundación Nicolás Guillén, la Asociación de Amistad con Cuba José Martí, de Valencia, el Ministerio de Cultura, la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (COSUDE) y la Consejería Cultural de la Embajada de España en Cuba; fue presidido por Miguel Barnet Lanza, presidente de la Uneac, Fernando Rojas, viceministro de Cultura de Cuba, David Rodríguez Fernández, presidente de Izquierda Unida del País Valencia y miembro de la Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí, y Nicolás Hernández Guillén, presidente de La Fundación Nicolás Guillén.
Además contó con la presencia del Excelentísimo Señor Juan José Buitrago de Benito, Embajador de España en Cuba; Guillermo Corral, consejero cultural de la Embajada de España en Cuba; Roberto Fernández Retamar, director de la Casa de las Américas y el primer secretario de la Embajada Rusa, Marat Karimov.
Durante el evento se obsequiaron al auditorio, por parte de la Fundación Nicolás Guillén, ejemplares de los libros Reino dividido y Los amigos cubanos de Miguel Hernández.