Revista Pijao
Colombia, estancada en el mercado del libro
Colombia, estancada en el mercado del libro

Por El Espectador

El informe expone las múltiples transformaciones que ha vivido el sector editorial en la última década, la desaceleración económica, la desaparición del mercado de las enciclopedias, la ausencia de compras públicas entre el 2008 y el 2011 y la caída de las exportaciones, como factores determinantes para entender el comportamiento del sector en estos últimos años.

El recorrido realizado por las principales cifras del sector editorial muestra la complejidad de la situación de la industria editorial colombiana en la actual coyuntura. El estudio muestra un sector que, en términos macroeconómicos, ha perdido su dinamismo y no se ha insertado adecuadamente en las nuevas tendencias de producción y comercialización del libro. Después de un rápido crecimiento en los años ochenta y noventa, tanto en el mercado interno como en el mercado externo, la desaceleración del sector es evidente en el período objeto de este análisis: 2012-2016.

La producción de ejemplares es la mejor muestra de la desaceleración del sector. Esta pasa de 27,9 millones de ejemplares en 2011 a 24,4 millones en 2015. La concentración se da en un 87 % en libros de interés general y libros didácticos (con participaciones casi iguales en 2015).

La tirada promedio de los títulos editados es cada vez menor. Pasa de 4.863 en 2011 a 1.965 ejemplares por título en 2015. La creciente segmentación del mercado de interés general, la crisis del mercado de textos escolares y el impacto de las nuevas tecnologías se conjugan en la construcción de este panorama.

La tirada promedio en libros didácticos, por ejemplo, pasa de 6.249 en 2011 a 3.188 en 2015.

Es evidente la debilidad del tejido librero en Colombia. El último mapeo de puntos de venta del libro arroja un total de un punto de venta de libros (incluidas librerías-papelerías) por cada 76.649 habitantes. En el caso de librerías, la proporción es de una por cada 112.917 habitantes. Sólo siete regiones del país superan el promedio nacional en estos indicadores. Existe, además, una alta concentración en la comercialización del libro a través de cadenas de librerías y grandes superficies. Las librerías siguen siendo, sin embargo, el principal canal de venta de libros. Para 2015 representaron el 28 % de las ventas totales. Si se adicionan las librerías propias de las empresas editoriales, la participación se incrementa a 39 %. Este porcentaje de participación del sector librerías es bastante bajo si se lo compara con otros países de la región. En Brasil, por ejemplo, la participación del canal llega al 50 %.

En el ámbito internacional las cosas tampoco mejoran, el comercio exterior del libro es una de las variables más afectadas en la crisis reciente. Las exportaciones totales de libros (partidas arancelarias 4901 y 4903) caen de US$178 a US$37 millones entre 2008 y 2016. Las importaciones pasan de US$74 a US$57 millones en el mismo período.

Es importante mencionar el marco legal que existe en el país para el fomento del sector editorial. La Ley del Libro, que ya se acerca a los 60 años de expedición, ha sido un instrumento de utilidad para la industria editorial. En momentos de crisis coyuntural, los estímulos contemplados en la ley son de gran utilidad para el sector, pero a mediano y largo plazo hay que implementar un instrumento legal de promoción del libro, la lectura y las bibliotecas, que trascienda las medidas de fomento industrial y explore los campos prioritarios para hacer de Colombia un país de lectores, con sus consecuentes impactos en el desarrollo social y económico.


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