Revista Pijao
Cartografía de la pasión lectora
Cartografía de la pasión lectora

Por Alejandra Rodríguez Ballester   Ilustración Marta Almeida

Revista Ñ

Sin la voluntad de construir un ranking, ni siquiera de señalar jerarquías, este número se propone como un mapa de lecturas posibles. Un mapa de los libros que se publicaron en 2017, trazado por las elecciones de los escritores, críticos e intelectuales convocados, que nos ayudan a discernir, entre la diversidad de títulos de la industria editorial, aquellos a los que deberíamos prestar atención.

El objetivo coincide con el que se plantea Ñ semanalmente, pero en esta oportunidad redoblamos la apuesta y ampliamos el espectro de comentaristas: participan escritores y críticos no sólo de la Argentina sino de otros países de América latina y España. El resultado es heterogéneo, por momentos inesperado y, en algunos casos, amplía nuestra perspectiva local, un poco encapsulada y no siempre atenta a los autores y títulos que resuenan en otras latitudes. A cada uno de los invitados a participar se le pidió que recomendara tres libros e hicieran el comentario de uno de ellos.

Las afinidades electivas señalan algunas líneas que podríamos considerar representativas del momento. Una de ellas es la que señala la influencia recíproca entre literatura y lenguajes audiovisuales. La historiadora Lila Caimari, convocada para recomendar tres libros, cuenta su emoción al ver la traducción de Zama de Di Benedetto en las librerías de Boston y al escuchar su versión oral, en audiolibro.

Si el estreno de la película de Lucrecia Martel es un acontecimiento tanto para el cine como para la literatura argentina, lo es más por su coincidencia con la primera traducción de Zama al inglés y sus críticas en medios estadounidenses, entre ellos, el análisis elogioso del Premio Nobel J.M. Coetzee, que este año participó de una mesa organizada por Ñ en la Feria del Libro sobre el tema. Y si la película de Martel reenvía al libro ganando nuevos lectores –Zama fue reeditado por la editorial Adriana Hidalgo este año, y su tapa alude al filme–, a su vez la filmación de la película es retomada en otro libro, El mono en el remolino de Selva Almada. A la manera de las performances artísticas, el rodaje es una experiencia única de la que el libro de Almada da cuenta, como documento o crónica que incluye fotografías, pero de manera tan libre y literaria que difícilmente pueda considerárselo un discurso segundo.

En esa misma línea, otro acontecimiento es la reedición de El cuento de la criada, de Margaret Atwood, a raíz del éxito de la serie de Hulu que ganó los Emmys 2017. Los seguidores de la serie buscan leer el libro para seguir dentro de ese mundo, para descubrir el revés de la trama. Aquí la recomienda Agustina Bazterrica, que se inspiró mucho en la obra de la canadiense al escribir la novela ganadora del Premio Clarín, Cadáver exquisito. Esta distopía aterradora acaba de ser publicada y ya va por más: saldrá también en España.

Uno de los libros más mencionados es El salto de papá de Martín Sivak, quizás porque opera como símbolo de una época. En ese cruce de memoria, autoficción y crónica periodística, Sivak permite recorrer, a través de la figura entrañable del banquero marxista que fue su padre, la tragedia y los dislates de la historia argentina de los 80, el entramado del poder, las bambalinas de una familia influyente golpeada por los sucesos más siniestros de la posdictadura y el menemismo. Dedicado a la memoria de su tío Osvaldo –secuestrado y asesinado por la mano de obra desocupada de la dictadura– el libro es también un ajuste de cuentas familiar y, como tal, está envuelto en una polémica: los hijos de Marta Oyhanarte, viuda de Osvaldo, publicaron recientemente una carta en Ñ rechazando las afirmaciones vertidas en él. En tres meses, El salto de papá va por su cuarta edición.

La mayoría de los libros recomendados pueden encontrarse en librerías argentinas. Algunos de ellos, que fueron muy leídos en el hemisferio norte, quizás deban pedirse vía e-book o courier, como el recomendado por Eduardo Lago, El visitante de Paul Beatty, autor que ganó el Man Booker por esta novela, o el ensayo que sugiere Luigi Amara, en torno a la obra del mexicano Salvador Novo. La brasileña Ana Paula Maia quiso hacer con su reseña un homenaje a João Gilberto Noll, quien murió este año, y aunque Harmada fue publicado hace tiempo, la excepción nos pareció merecida.

SOS, editoriales en riesgo

Con una cantidad de novedades que parece mantenerse constante en relación con el año anterior, las editoriales realizaron una notable reducción en el número de ejemplares publicados. Editores y libreros viven un momento difícil. Como explica Gabriel Waldhuter, “hay una baja en el consumo, por lo tanto, el libro, que está relacionado con el ocio, quedó relegado, como todo lo que está ligado al entretenimiento”. Este librero y distribuidor, también consejero de la Cámara Argentina del Libro, cuenta que el gran descenso se produjo en 2016: un 40% menos de ventas que el año anterior. Y este año, la baja que registra es del 25%.

“En 2016 el sector editorial publicó 27.693 títulos nuevos y el total de tirada fue de 70.733.233. En 2017 se mantiene la producción de nuevos títulos, ya que de enero a noviembre se publicaron 25.948 pero se redujeron las tiradas alrededor de un 20 a un 25%. Hasta noviembre se registraron sólo 47.819.525 ejemplares”, afirma Diana Segovia, gerente de la Cámara Argentina del Libro.

Javier López Llovet, CEO de Penguin Random House, sostiene que fue “un año menos auspicioso de lo imaginado” y que “probablemente se cierre con un 10% de ventas menor a las esperadas, aunque en los últimos meses hay tenues signos de recuperación”. En cambio, para Leonora Djament, editora de Eterna Cadencia, “2017 termina como uno de los más difíciles para el sector editorial. Las ventas en librerías han caído, y esa caída se suma a la caída del año pasado. Seguimos trabajando con inflación alta, si bien menor. Y han desaparecido muchas de las pocas iniciativas del Estado, como compra de libros, capacitación, protección a la industria. La incertidumbre predomina.”

La preocupación por la llegada de Amazon, manifestada por Djament, al parecer debería disiparse por el momento según Waldhuter: el gigante de Internet no venderá libros, al menos en un principio. En cambio, sí preocupa la apertura de la importación, que más que favorecer la bibliodiversidad estimuló el ingreso de libros a bajo precio. “Antes se podía importar con trabas burocráticas pero ahora, al abrir por completo la importación, entran saldos a 2 dólares. Eso compite con el libro local. También se favorece la producción gráfica en el exterior: se imprime en China y las imprentas locales atraviesan una situación difícil”, sostiene Waldhuter.

A los reclamos históricos –por la exención del IVA al papel para los editores, del IVA en alquileres para librerías– que no son escuchados, ahora se suma la preocupación por la llamada Ley Pinedo. “La CAL pide la revisión del proyecto de ley de responsabilidad de proveedores de Internet que establece que los Proveedores de Servicios de Internet no serán responsables por los contenidos generados por terceros, excepto cuando hayan sido debidamente notificados de una orden judicial de remoción o bloqueo”, explica Segovia. Esto implica que a cada infracción –a cada subida ilegal de un libro a la web, por ejemplo– se debería interponer una acción judicial. “Esto encarece el sistema e imposibilitará eliminar los contenidos ilegales con la misma velocidad que se suben”, manifiesta Segovia.

En este panorama de claroscuros, una luz asoma con intensidad inusitada. Los jóvenes, aquellos que según los agoreros apocalípticos se convertirían en ágrafos a fuerza de fatigar pantallas, se han convertido en grandes lectores. En Internet encontraron formas de diálogo entre pares, géneros y plataformas –como YouTube– para el comentario y las lecturas compartidas. Es así como el crecimiento del sector juvenil y la fuerza del infantil apuntalan los balances de muchas editoriales. Por ese motivo, en este número también invitamos a dos jóvenes blogueros a hacer sus recomendaciones.

Pasen y lean. Antes de que termine el año, valiosos nuevos libros los esperan.


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