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Aruhdhati Roy: 'Todos estamos sobre un cementerio'
Aruhdhati Roy: 'Todos estamos sobre un cementerio'

Nueva Delhi.- Veinte años después de debutar con El dios de las pequeñas cosas, que ganó el Premio Booker, la escritora india Arundhati Roy regresa con su segunda novela, El ministerio de la máxima felicidad.

El libro, que es candidato al Booker 2017, trata de personas que se sienten distintas y excluidas, en un escenario amplio que refleja las dos últimas décadas de Roy como activista. 

Son musulmanes, miembros de la casta más baja y rebeldes que luchan por la independencia en Cachemira.  Encuentran refugio en la casa de huéspedes Jannat (Paraíso), construida por una mujer transgénero sobre las tumbas de un cementerio musulmán en Vieja Delhi, la parte antigua de la capital.

La escritora habló con DPA sobre la novela.

– ¿Siente una afinidad con los marginales y las personas que son discriminadas?

–No se trata de discriminación. Especialmente en el mundo occidental, India suele ser descrita como esta adorable democracia, un poco salvaje y anárquica, con Bollywood y todo eso, pero en verdad es justo lo opuesto a eso. Todos viven en su fina red de la casta. No hay ni cinco por ciento de personas que se casen fuera de ella.  

– ¿Piensa que existen muchos lugares para personas que no encajan en la India?

–Si me está preguntando si hay muchas casas de huéspedes Jannat, no, no hay. ¿Y es una coincidencia que esté en un cementerio? No, no lo es. De alguna forma siento que todos, la humanidad entera, estamos sobre un cementerio, si piensas en el cambio climático y todo lo que está pasando.

–Usted llegó a Nueva Delhi cuando tenía 16 años y nunca más se marchó. ¿Qué es lo que le gusta de la ciudad?

–Nueva Delhi es como este río con un montón de cosas tóxicas flotando en la superficie. Obviamente, es una ciudad que todo el mundo ama u odia. La contaminación del aire es terrible. Y después tienes el lío de los diplomáticos, los partidos, el Gobierno y el poder y todo eso. Pero por debajo, tienes esta otra parte, Vieja Delhi, y tienes esta historia antigua.

–Tienes una ciudadanía bastante desafiante. Adoro a mucha de la gente que vive aquí. Somos un grupo de extrañas criaturas. Me doy cuenta de que disfruto de este “underground”. Es el lugar, como en la novela, por donde pasan maoístas y cachemires, todo. 

– ¿Se imagina alguna circunstancia en la que la situación política de la India se volviera tan mala que prefiriera irse?

–Claro que las cosas van muy mal. Esta pregunta no es teórica. Pero me siento como un árbol: sería trasplantada a otro sitio pero no sería feliz. Se me caerían las hojas. No porque sea una patriota ni nada por el estilo, sino porque soy la complicada escritora que soy.


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