Revista Pijao
A 106 años del nacimiento de Julio Cortázar
A 106 años del nacimiento de Julio Cortázar

El escritor argentino nació en Bélgica en 1914, hijo de argentinos, pero creció a las afueras de Buenos Aires, en la localidad de Banfield y pasó gran parte de su vida antes de exiliarse durante la última dictadura argentina (1976-1983) y fallecer en París, en 1984.

Considerado uno de los autores más innovadores y originales de su tiempo, fue maestro del cuento, la prosa poética y la narración breve en general y fue también creador de importantes novelas las cuales inauguraron una nueva forma de hacer literatura en el mundo hispano, pues rompieron los moldes clásicos mediante narraciones que escapan de la linealidad temporal. Debido a que los contenidos de su obra transitan en la frontera entre lo real y lo fantástico, suele ser puesto en relación con el realismo mágico e incluso con el surrealismo. ​Es considerado exponente central del boom latinoamericano junto a escritores como Gabriel García MárquezCarlos Fuentes y Mario Vargas Llosa.

Cortázar sentía un gran interés por los antiguos escritores clásicos. En este interés fue fundamental la presencia del profesor argentino Arturo Marasso, quien lo incitó a leerlos prestándole libros de su propiedad. ​Un punto de inflexión juvenil en su manera de escribir se debió al libro Opio: diario de una desintoxicación de Jean Cocteau, el cual fue uno de sus libros fijos de cabecera. Cortázar sostuvo así desde su juventud una gran admiración por la obra de este autor, así como por la de John Keats, el cual continuó siendo con los años uno de sus poetas favoritos.

Sintió siempre una gran admiración por la obra del argentino Jorge Luis Borges, una admiración que fue siempre mutua pese a las diferencias ideológicas de los mismos; esto pues mientras Cortázar era un activista de izquierdas, Borges fomentaba el individualismo y rechazaba los regímenes totalitarios en general —aún pese a haber aceptado recibir condecoraciones de países en dictadura—. ​Sus gustos literarios eran muy amplios, y sentía una especial atracción por los libros de vampiros y fantasmas, lo que debido a su alergia al ajo, era motivo de bromas por parte de sus amistades.

 

El mismo Cortázar afirmó haber leído más novelas francesas y anglosajonas que españolas, lo que compensaba leyendo mucha poesía española, incluyendo a Salinas y Cernuda, a quienes dedicó comentarios entusiastas.2

En medio de todo ello, dejó una obra compuesta por algunas novelas, como "Los premios" (1960) y "62, 'Rayuela' (1963)modelo para armar" (1968), y multitud de cuentos recopilados en libros como "Bestiario" (1951), "Todos los fuegos el fuego" (1966) y "Queremos tanto a Glenda" (1980), entre otros.

 

Vivió hasta los cuatro años en Bélgica, Suiza y España; tiempo después su familia volvió a la Argentina, donde Cortázar residiría hasta 1951, año en donde se estableció en Francia, país en el que ambientó algunas de sus obras y vivió el resto de su vida.

 

Redacción Pijao Editores

 

 


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