Por Javiera Guajardo
La Tercera (Ch)
Si para el amor no hay edad, para admirar a alguien tampoco. Al menos eso piensa la pintora e ilustradora Marcela Trujillo (1969), quien en cada festival internacional de cómic al que viaja aprovecha de conocer a los autores que más admira. Así, tres años atrás, conoció a uno de ellos y la admiración se transformó en un romance que inspiró su primera novela gráfica: Ídolo, una historia casi real.
Con la creación de Maliki 4 Ojos en 2001, su caricaturesco alter ego y protagonista de sus cómics anteriores, la coautora de Quiero ser flaca y feliz (2015) recorrió sin freno el territorio de la autobiografía. Hubiese continuado por ese género de no ser porque el protagonista de esta historia le pidió anonimato y discreción.
Para transformar la realidad en ficción la autora quitó y agregó personajes, cambió el lugar del festival, el rostro de su amante y otros detalles. Así, en Ídolo la dibujante Marcela Trujillo viaja a Lima donde espera conocer al autor noruego Rolf Runde. Se presenta, intercambian obras y en el transcurso de 12 capítulos concretan una relación casual que está llena de anécdotas y momentos incómodos.
Sin embargo, la novela se levanta sobre algunas verdades de su autora, como la edad, la soltería y la dificultad de entablar nuevas relaciones tras cinco años sin beber alcohol. “¿Sabías que desde que dejé de tomar todos los hombres con los que he estado se me han puesto a llorar en la cama?”, confiesa en una de las viñetas.
En Ídolo, Trujillo también explora una representación distinta de lo masculino y femenino. Mientras expone la vulnerabilidad de los hombres a través de sus lágrimas e inseguridades, en conversaciones con autoras latinoamericanas recoge lo que ellas piensan y creen del amor y sus encuentros.
Además de la narración principal, añadió una historia paralela en la que las caricaturas de sus cómics cobran vida. “Más allá de la historia, me permití inventar distintas capas de realidad que iban sucediendo”, explica la autora. Ahí reaparece Maliki 4 Ojos acompañada del cerdo Kokoro, quienes dialogan con personajes propios de la cultura peruana, como Santa Rosa de Lima y Sarita Colonia. “Terminó siendo un viaje hacia lo que desconocía de mí, porque todos los personajes de fantasía me representan: Maliki es el espíritu creativo, el chancho mi conciencia y la Sarita Colonia el sentido común”, agrega.
Para lograr la novela gráfica de 300 páginas, la pintora escribió la historia varias veces y elaboró un storyboard que le tomó dos meses de trabajo. Durante el proceso mantuvo como referente al novelista gráfico estadounidense Craig Thompson (Blankets). “Me gusta su trabajo y es un ídolo, porque yo quisiera hacer eso. Desde esta perspectiva, creo que el ídolo te ayuda a ser mejor ya que representa una imagen que tú quieres alcanzar”, afirma.
Ídolo será presentado este sábado 28 en la Feria del Libro de Santiago (18.00 h, sala Acario Cotapos de la Estación Mapocho). Participarán junto a la autora Rolando Báez y Sol Díaz.