Revista Pijao
Fingidor auténtico
Fingidor auténtico

Por Luis Bagué Quíles

El País (Es)

La nueva entrega diarística de José Carlos Cataño se centra en el bienio 2008-2009. La asincronía entre la fecha de escritura y la de publicación no resta interés a un testimonio que oscila entre el diario (de) interior y “la novela de un literato”. En efecto, La vida figuradano es exactamente un breviario íntimo, ni un friso social, ni un prontuario lírico, ni un cuaderno de viajes, pero reúne características dispersas de todos estos géneros, desde la reconstrucción (literal y literaria) del álbum familiar hasta la sátira a los arribistas de cualquier pelaje.

Si tomamos al pie de la letra la declaración del prólogo, el título del volumen reflejaría el simulacro que entraña la conversión de la experiencia en verbo: “Todo lo que termina en palabra pudiera ser vida (…) aparente, porque la de verdad se resiste a ser traducida”. Sin embargo, Cataño no se limita a reproducir el tópico posmoderno que afirma, sobre la falsilla de Pessoa, que “el poeta es un fingidor”, sino que sabe que la lección del vate portugués se completa unos versos después: “que hasta finge que es dolor / el dolor que en verdad siente”.

En ese contacto entre autenticidad y figuración se sustenta una identidad escindida que no renuncia a sus orígenes canarios, pero que encuentra en Barcelona (donde reside desde los años setenta) un anclaje deíctico: “¿Cómo es que sigo aquí? Y ¿dónde es aquí?”. En suma, esta es la biografía parcial (a ratos displicente y a ratos apasionada) de un yo exfuturo sospechosamente parecido a José Carlos Cataño.

La vida figurada

Autor: José Carlos Cataño.

Editorial: Renacimiento (2017).

Formato: tapa blanda (231 páginas).


Más notas de Reseñas