Revista Pijao
El legado de Europa
El legado de Europa

Por Felipe Restrepo

Revista Arcadia

Al ir del Neolítico a la crisis del siglo XX, El legado de Europa podría ser una historia abreviada del Viejo Continente. Una erudita, muy erudita. Y eso por sus temas y por su estilo. En vez de héroes nacionales, anécdotas reveladoras o descripciones literarias, en sus páginas abundan las definiciones y las fechas, los inventos y las cifras, los creadores y sus teorías. También, las dinastías, los reinos y sus títulos, algunos incluso en latín.

Por eso es extraño que el prólogo hable de Cortázar y de su novela Rayuela. Es decir, que invite al lector a saltarse capítulos y a leer lo que quiera. Esto se debe a que el texto parecería seguir un criterio cronológico, que el lector podría obviar. Pero lo cierto es que sus páginas no siguen un orden temporal, ni temático. De hecho, la mejor manera de describir El legado de Europa es como un conjunto de ensayos sobre los grandes aportes filosóficos, científicos y tecnológicos de la historia europea.

Algunos tratan sobre temas con un impacto ampliamente apreciado —como el Humanismo o el Siglo de las Luces— y sus efectos históricos son más o menos obvios. De ahí lo del "legado" del título, que por cierto es el mismo de otra colección de ensayos de Walter Benjamin. En otros casos, sin embargo, no es fácil saber en qué consiste la herencia (como sucede con las largas páginas que les dedica a los títulos nobiliarios o a la arquitectura eclesiástica). Y su presencia despista. Por eso, aunque el profesor Artola es un gran expositor, no es fácil saber qué criterios usó para escoger sus temas y unir los puntos.

A su vez, es una lástima que El legado de Europa carezca de un índice alfabético y que sus capítulos lleven títulos tan poco reveladores. Pues muchos pueden encontrar partes del libro interesantes. Pero a pocos los podrá "agarrar" desde la primera hasta la última página. Y así es difícil saber por dónde comenzar la lectura.


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