Por El País (Uy)
Una nueva novela histórica acaba de sacar al mercado el escritor Diego Fischer, y en ella vuelve sobre una de las referencias culturales que más ha trabajado a lo largo de su carrera literaria: el siglo XIX y el Novecientos uruguayo. El sentir de las violetas trata de la historia de amor entre Julio Herrera y Obes y Elvira Reyes, una pareja que se mantuvo durante 50 años y que aplazó tres veces el matrimonio, en medio de los conflictos sociales y políticos de fines del siglo XIX. Este lunes 20 a las 19:30 será la presentación en el Museo Zorrilla, en José Luis Zorrilla de San Martín 96. Participará el autor junto a la historiadora Carolina Greising. La entrada es libre.
Ese noviazgo eterno, muy de época, tiene detrás una investigación periodística que va al fondo de la sociedad montevideana de entonces, y trata temas vinculados con la historia de la vida privada pero a su vez también con el estudio de la sensibilidad en el Uruguay. ¿Qué lleva a una mujer a cultivar el amor y la fidelidad a un hombre durante más de 50 años? Es la pregunta de la que parte el autor. Cuando Elvira Reyes se presentaba en sociedad, tenía ante sí la promesa de un futuro lleno de felicidad. Pertenecía a una familia acomodada, era joven y hermosa. Poco después se comprometería con una de las personalidades más importantes de la política y la sociedad uruguaya: Julio Herrera y Obes.
El ansiado casamiento, sin embargo, nunca llegó a concretarse. Ella confeccionó y bordó tres ajuares, tantos como fechas de matrimonio fijaron y aplazaron, mientras él protagonizaba los agitados años de conflictos políticos y sociales que afectaban al Río de la Plata. Desde esa historia asombrosa, llena de detalles novelescos, Fischer recrea el panorama de la sociedad montevideana del siglo XIX, en este libro editado por Penguin Random House.
Julio Herrera y Obes (Montevideo, 1841-1912), destacado político, abogado y periodista, fue presidente constitucional entre los años 1890 y 1894, y su biografía estuvo colmada de episodios. Hijo del político y diplomático Manuel Herrera y Obes, acompañó a Venancio Flores en la guerra del Paraguay. En 1875 fue desterrado en la barca Puig, con destino a La Habana, donde las autoridades negaron su llegada, y de allí pasó a Estados Unidos. Desde Buenos Aires organizó la oposición al gobierno de Lorenzo Latorre (1876-1880), participando en la Revolución Tricolor, que fracasó. Finalizado el período de Latorre regresa a Montevideo en 1880, y una década más tarde fue electo presidente civil, una vez terminada la etapa militarista. Desde ese cargo, enfrentó la crisis financiera desde 1890. Luego, como senador, se opuso al Pacto de la Cruz de 1897 y fue expatriado. Regresó en 1903, y pese a su estrechez económica, rechazó dignamente una pensión graciable del gobierno de Claudio Williman. Todo un personaje que sin duda estaba esperando a su escritor.