Revista Pijao
Posteguillo vuelve a las librerías con una peculiar clase de literatura
Posteguillo vuelve a las librerías con una peculiar clase de literatura

Por Agencia EFE

"El objetivo último (del libro) no es ser leído por sí mismo, sino que sea una puerta para que lectores, sobre todo jóvenes, se quieran adentrar en los clásicos y en grandes autores no muy conocidos que merecen la pena. Imagínate si en vez de este título les hubiera puesto 'Más libros recomendados', no hacemos nada", dijo Posteguillo a Efe.

Así hace también en sus clases con la pelea entre el balrog y Gandalf, que termina con el mago todavía gris avisando "¡Corran, insensatos!", y que le sirve para introducir el poema épico "Beowulf" como origen de la literatura británica.

En el caso del libro y para conseguir enganchar a los lectores con escritores de referencia se adentra en algunas de las "circunstancias terribles" que tuvieron que vivir los autores como sor Juana Inés de la Cruz, que debió confrontar a la Inquisición, o la del poeta romano Horacio en la batalla de Filipos, de la que huyó dejando atrás su honra y su escudo.

"Si empiezo 'bueno pues los escritores a veces tienen penurias económicas', ya estás aburriendo; es pura estrategia para intentar captar (la atención) desde lo anecdótico, que en la obra literaria de un autor es su vida", agregó el autor de las trilogías sobre Escipión el Africano y Trajano.

Posteguillo, que es también profesor de Literatura Británica en la Universitat Jaume I de Castellón (España), recurre a relatos cortos en los que narra esas historias y en las que no teme meterse en la piel como autor de algunos de sus referentes en la escritura.

Además es un formato que considera "enriquecedor" puesto que le da la posibilidad de "cambiar de registros" frente a sus habituales novelas históricas que rondan siempre las 1.000 páginas,

"Tengo claro que no lo hago porque me canse hacer novela histórica y ya estoy haciendo otra de mil páginas, pero es muy enriquecedor hacer cosas diferentes. También te oxigena", resume.

Con esas pequeñas historias acaba escribiendo de literatura mientras hace también literatura en un formato para ganar lectores que ya utilizó en "La noche en que Frankenstein leyó el Quijote" y en "La sangre de los libros".

"Quiero que los lectores se adentren en las obras de los autores que estoy recomendando (...) Es más interesante captar esa atención desde escritores perseguidos por la Inquisición, los nazis o el KGB", sostiene Posteguillo.

Entre los escritores que recorren las páginas de "El séptimo círculo del infierno" (Editorial Planeta) hay numerosas mujeres como Concha Espina, que quedó a un voto de ganar el Nobel; Doris Lessing, Dolores Prida y Zenobia Camprubí.

No es casual, ya que para el escritor nacido en Valencia (España) en 1967 en la lucha por la igualdad en la historia de la literatura se ha sido "injustos con las mujeres".

"Es que es tremendo, no se trata de reescribir la historia falseándola y poniendo a mujeres en situaciones históricas donde no estaban ¿Dime cuál de estas escritoras no es relevante?", se pregunta.

Y cita a la puertorriqueña Julia de Burgos. Le sorprende "el desconocimiento que existe sobre ella", cuando en su país natal es "La escritora, el orgullo nacional".

Como muestra de su devoción por De Burgos lee con pasión uno de sus poemas, "Río Grande de Loíza", y demuestra su compromiso con la reivindicación de su obra.

"Me rebela que una escritora tan buena solo sea conocida en una isla tan pequeña", explica Posteguillo.

"El séptimo círculo del infierno" es el primero que presenta en Colombia, que será lanzado de forma oficial el 12 de septiembre próximo, una forma de saldar una deuda que considera que tiene con el país suramericano.

El libro es para él como un homenaje a escritores que le han impresionado pero también como el mensaje de whatsapp que se envía a amigos tras ver una película que se quiere recomendar.

"Este es mi whatsapp: 'Leeros a esta gente que tiene mucho que contarnos'," resume.

Promete más. En el tintero se le quedó el poeta nigeriano Gabriel Okara y la india-estadounidense Bharati Mukherjee, cuyo relato "The Management of Grief" (El manejo del dolor) cita como referente.


Más notas de Actualidad