Ibagué, Tolima (1968)
Egresado del Colegio Militar Patria y de la Universidad Industrial de Santander, donde obtuvo el título, nunca ejercido, de Ingeniero Electrónico. Durante su paso por la universidad fue miembro y luego director del Taller Umpalá, fundado por quien considera su maestro, el profesor Hernando Motato.
Durante dos años fue profesor de literatura en la Universidad Industrial de Santander y el Instituto Caldas y desde el 2005 reside en París como corresponsal del diario EL ESPECTADOR. Colabora frecuentemente con las revistas SOHO, ROLLING STONE, ARCADIA, EL MALPENSANTE y DON JUAN, las publicaciones mexicanas GATOPARDO y EL UNIVERSAL, el servicio en español de Radio Francia Internacional y la cadena de televisión AL JAZEERA.
En el 2009 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar y en el 2013 el Premio Nacional de Cuento de la Universidad de Antioquia.
Libros Publicados: Noche de Quema , cuentos, 1999; Liantropía, novela corta, 2001; El Desierto, cuentos, 2003; Kurt Cobain: el rock estaba muerto, biografía, 2005; Las Extrañas Circunstancias que rodearon la vida de William Cruz, cuentos, 2007; Carmelita Schicksal, novela, 2009; Pyretta Blaze, novela, 2013; Libro 2: El sol es siempre igual, cuentos 2013; Esa famosa torre, libro de viajes.
Abdahllah, en su cuento
Por: Linsu Fonseca
Los cuentos de Ricardo Abdahllah se parecen a las paredes de su cuarto, en las que se pelean el espacio afiches de asesinos, mujeres y hombres enigmáticos, gays, rock, bohemia, trópico, cine y poesía. Mucha poesía.
En las 50 narraciones que ha escrito, a sus 24 años, se mezclan las mujeres y las guitarras con imágenes de poetas y locos de película, que se debaten entre la realidad y la ficción.
Con una de esas historias, El último amor de Isidoro Bosnio, Abdahllah ganó hace un mes, y por segunda ocasión, el Concurso Metropolitano de Cuento, superando 99 textos más de narradores de Bucaramanga, Floridablanca, Girón y Piedecuesta.
Hace cuatro años, cuando con Noche de quema ganó el concurso por primera vez, recuerda que le temblaban las piernas y hasta perdió los papele si cuando durante la premiación dijeron su nombre.
Estaba muy emocionado y pasé a recibir el premio con una lata de cerveza en la mano, dice con algo de pena.
Ese primer reconocimiento fue el empuje que necesitó para atreverse a enviar sus historias a revistas como Puesto de combate, de Bogotá, y Mefisto, de Pereira, para exponerse a la crítica nacional.
Nacido en Ibagué (Tolima), Abdahllah se radicó en Bucaramanga hace siete años, para hacerse ingeniero electrónico de la Universidad Industrial de Santander (UIS). Asegura que en las calles de esta ciudad ha encontrado las vivencias que plasma en sus relatos.
Ruptura literaria.
Con la historia de Isidoro Bosnio sorprendió al jurado, integrado por los escritores Christian Arias Flórez, Octavio Escobar Giraldo y César Alzate Vargas, al recurrir a distintos recursos estilísticos, retratando con fortuna el alma de su personaje principal , como decía el fallo firmado por los tres.
Y también sorprendió al público que viene siguiéndole los pasos, y que está acostumbrado a sus historias de crímenes y misterio, influenciadas reconoce- por Edgar Allan Poe, y a la irreverencia y el toque bohemio de Andrés Caicedo.
Esta vez contó la historia de un hombre viejo que, presagiando la muerte, se inventó el último amor de su vida para robarle unas horas extra a su existencia.
Uno de los primeros impresionados fue su padre literario, el director de la escuela de letras de la UIS, Hernando Motato: Veo en este cuento la influencia de las últimas lecturas que él está haciendo, sobretodo las de Marcel Proust, con En busca del tiempo perdido . Motato también reconoce en el novel escritor la influencia de la poesía de Fernando Pessoa.
También se ha ganado la admiración de uno de los literatos más reconocidos de Santander, Gonzalo España. Tiene un estilo muy suelto, veo en él la búsqueda de una voz propia, es una promesa con mucho futuro, talento y no le podemos perder la pista .
Orlando Serrano, director de la editorial Sistemas y Computadores, no se queda atrás en los elogios y asegura que ve en Abdahllah a un muchacho suelto, libre en la escritura y que, si continúa con su dedicación y no se deja sustraer por su profesión de ingeniero, llegará muy lejos .
El teorema del escritor.
Abdahllah se gana la vida como profesor de literatura en el Instituto Caldas, y su amigo Oscar Darío Estévez afirma que él es la antítesis del ingeniero, porque ha cambiado la racionalidad de la lógica matemática, por la imaginación, ya que a la fecha no ha ejercido su profesión.
Su novia y musa de inspiración, Luz Cely, agrega que el paso del tiempo se encargará de darles el lugar a sus cuentos, que son como las crónicas de nuestras vidas y las de nuestros amigos .
Abdahllah, ante los elogios, levanta una de sus cejas. Las palabras se las traga, como si no quisiera creerse este cuento de ser bueno.
Prefiere, dice esperanzado, trabajar para vivir de lo que escribe, y así poder quedarse en casa compartiendo su espacio con los personajes de sus historias.
Noche de quema
Por Ariel Novoa
Atención rockeros: este es un libro imprescindible. La primera vez que leí sobre Ricardo Abdahllah estaba relacionado con la literatura urbana, con el nombre de Andrés Caicedo, de Rafael Chaparro Madiedo, con el nombre de Efraím Medina Reyes, Octavio Giraldo Escobar y el mismo Manuel Giraldo Mágil. Todos colombianos, todos lo que han metido la música, el rock, la ciudad, los jóvenes, como parte de los mundos que han creado para hacernos gozar, para escribir sobre lo que nos gusta leer.
La pregunta que me hago después de leer Noche de quema, es porqué ninguna editorial de las llamadas importantes le ha puesto el ojo a este libro y una reedición. Abdahllah, además escribe para Arcadia, y lo leía en la Rolling Stone, antes de cerrar y volver a abrir en su edición colombiana, en El Espectador y no se en dónde más. Sé que ha tenido problemáticas por asuntos religiosos y que defiende férreamente su ateísmo. Punto a su favor.
En este libro de cuentos encontraremos mucho de todo eso, cuentos que incluyen portadas de discos de metal, cuentos vampíricos, otros bastante críticos y otro tanto con lances de humor corrosivo y cuentos con un alto contenido político. Historias plagadas de personajes con desenlaces fatales, vampirescos y oscuros. Su narrativa es sencilla y concreta. No se anda con figuritas, va al punto y con eso se la juega.
Todo buen rockero debería leerlo y si pudiera debería tenerlo. Seguramente en este libro se hayan contendidas muchas de las dilaciones de un joven autor, en formación, con los desencantos de los años mozos. Posiblemente el autor hoy día ya no tenga nada ver con esos relatos, que los rechace como lo hacen otros cuantos cuando consideran que han progresado. Es más, se podría considerar que algunos de estos cuentos tienen falencias en su desarrollo y hasta se podría decir que están mal escritos. Ese no es mi punto. La cuestión es que lo que se haya en este libro es vigente y estoy casi que seguro que son los mismos desencantos en los que se concentra gran parte de la población joven.
Tengo en mi lista, esa misma interminable lista de autores y obras que confecciono, cuatro libros más del autor bumangués. Ahora sé que iré a por ellos sin pensarlo dos veces.
Reflexiones ante un espejo: un personaje que se pierde frente a un espejo y el mundo se le convierte en un apocalipsis, es encontrado muerto en el baño, con las venas vacías.
Noche de quema: como en tiempos de la inquisición la gente es quemada. En una ciudad llamada Nirvana, Alejandra D’Merak y el relator, viven un amor viajero, aventurero y furtivo que se deshace pronto. Mientras el gobernante de turno, Francisco Anzoátegui, un dictador, toma decisiones de castigo ejemplar y la Noche de quema que se hacia todos los años en un parque, donde se veían arder las llamas, tendrá como protagonista a estos dos jóvenes enamorados. Este en un excelente cuento con un poco de todo: político, religioso, romántico, musical y social.
Leonardo Favio cantautor argentino: un relato muy íntimo sobre crecer con la música de un cantautor y cómo a medida que la vida cambia hay recuerdos que no se anulan.
Hermanos míos, más bien escuchen a Marcos Witt: este es uno de mis favoritos. Un ángel baja a la tierra a observar cómo un predicador hace negocio en nombre de Dios con un discurso sobre el rechazo al rock por ser música satánica. Breve y al punto. Una sincera parodia.
Sueño con demonios: cortísimo, sobre alguien que alucina y en su alucinación cree encontrar la muerte.
La historia de Elizabeth Bathory: aunque se presiente lo que sucederá, es una historia oscura de alguien que conoce en un bus una chica que tiene el Cruelty and the best de Cradle Of Filth donde en la portada aparece Elizabeth Bathory, la mujer húngara que se bañaba en sangre humana para mantener su belleza. El desenlace es previsible, pero bastante bueno.
Descripción de tu patio: ellos se encuentran después de un tiempo y ella le pregunta si se acuerda del patio de una casa, de esa casa, de doña Alcira, la cristiana y él describe cada rincón, los olores, a Fania y cada cosa que se pasa por su mente.
101.5 “Tropical Stereo”: un monólogo de un chofer de bus que escucha su musiquita mientras va contando sus vainas, para acabar en tragedia.
El anciano: el anciano lee un libro de psicología donde se explica cómo se crean historias para asustar a los niños y cae en cuenta que él también ha sido una creación para infundir miedo. Decide desparecer. Estamos hablando de Dios.
Caminando (parte 1: De día): caminar por la ciudad y encontrarse toda la fauna y flora propiamente urbana.
Ilana: el sujeto que escribe desde la cárcel sobre cómo conoció a Natalia y a Ilana y a otra chica y por qué está encerrado.
Los pasajeros nunca hablan: otro de locura. Un hombre trabaja en un local de la terminal. Cuenta cómo tuvo una hija, cómo un día desapareció y aun la espera.
5. Whisky Bar (Alabama Song): un cuento futurista donde hay una Colombia dividida en dos. El Pibe Valderrama es técnico de la selección de fútbol, y Jim Morrison, Led Zepellin, Kraken y Nirvana parecen bandas antes del big bang. Una pareja se reencuentra para volver a recordar y volver a comenzar.
Camila: un breve cuento de terror sobre alguien que ya murió en otro sitio sin que lo sepamos, y a esa misma hora está tocando a nuestra puerta.