Revista Pijao
Los 480 'Me acuerdo' de Georges Perec
Los 480 'Me acuerdo' de Georges Perec

Por Daniela Tejada García

Hace más de 39 años el escritor y guionista francés Georges Perec publicó Me acuerdo, libro que contiene una serie de casi 500 sentencias breves sobre la cotidianidad apremiante de la cultura europea en el siglo XX. En los apuntes, más allá de permitirle un viaje en el tiempo al lector, circulan actores, escritores y políticos en lugares emblemáticos y rústicos a la vez. Los 480 ‘me acuerdo’ no son solo memorias personales, ni evocaciones del pasado. Son pensamientos que refrescan las miradas generacionales de Francia.

Este año la editorial Impedimenta lanzó en Colombia una nueva edición de la obra, traducida por Mercedes Cebrián, casi 40 años después de su primera publicación en 1978.

Desde su introducción, Perec resalta a una de sus grandes influencias literarias. Je me souviens: viaje a la memoria de un país (1970) de Joe Brainard fue la obra que lo inspiró. Aunque el mapa de aforismos y de historias fue concebido originalmente por Braindard, Perec es de los seguidores más famosos que optaron por seguir la fórmula. Como hijo único de una pareja judía que emigró a Francia en los años veinte, retrató sus recuerdos y lo que percibió de la Segunda Guerra Mundial. La novela recorre tres décadas de la historia europea y es, a su vez, un ejercicio de literatura memorialística.

"Me acuerdo del pan amarillo que hubo durante algún tiempo después de la guerra".

"Me acuerdo de los primeros flippers: curiosamente, no tenían flippers".

"Me acuerdo de los viejos números de Illustration".

"Me acuerdo de las agujas de acero, y de las agujas de bambú, y de que las afilábamos en un rascador cada vez que escuchábamos un disco".

Se puede decir que Me acuerdo tuvo su génesis cuando Perec, bajo diferentes pujanzas, ya había cosechado éxitos literarios. En 1965 publicó Les choses, una novela por la que recibió el Premio Renaudot, y al año siguiente, Quel petit velo á guidon chromé aufond de la cour?, en la que es evidente los experimentos lingüísticos y los tintes literarios en clave de humor que anunciaron su ingreso en la formación del Taller de Literatura Potencial (Oulipo). Los integrantes de dicho dictamen soñaban, precisamente, con la creación de nuevos sistemas lingüísticos que garantizaran diferentes resultados narrativos.

Aunque para algunos lectores Me acuerdo parezca una alacena de historias banales, pronuncia momentos clave que, para el autor de culto, deben ser rescatados en su obra y en la memoria de la Europa del siglo pasado.

 

Con información de la Revista Arcadia


Más notas de Reseñas