Revista Pijao
Un ensayo sobre la precariedad de los creadores en la Red, premio Anagrama
Un ensayo sobre la precariedad de los creadores en la Red, premio Anagrama

Por Carles Geli

El País (Es)

Se hace con toda la ilusión del mundo, la mayoría de los casos sabiendo que no se cobrará nada o apenas, porque se piensa que uno contribuirá, en el fondo, a un mundo mejor; y bueno, tampoco se es tonto del todo: es también una manera de buscar reconocimiento y obtener cierta visibilidad... Así trabaja y colabora buena parte de artistas, escritores e investigadores en la Red. Pero en el fondo no deja de ser una muy moderna forma de precarización del proletariado de la cultura. O así lo ve al menos Remedios Zafra (Zuheros, Córdoba, 1973), escritora y profesora de la Universidad de Sevilla, especialista en el estudio crítico de la cultura contemporánea, en El entusiasmo. Precariedad y trabajo creativo en la era digital, con el que ha obtenido el 45º premio Anagrama de ensayo (8.000 euros).

«El libro de Remedios Zafra describe y denuncia con sibilina imaginación la nueva forma de pobreza y la enésima apariencia de libertad en la que viven los millares de jóvenes que se dedican a la cultura en este mundo neoliberal y digital de nuestros días”, apunta el profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona, Daniel Rico, uno de los miembros del jurado totalmente remozado del galardón, pero que se ha mantenido fiel al espíritu fundacional, premiando un ensayo que siempre se ha buscado imaginativo y riguroso, pero alejado de academicismos, y muy apegado a la actualidad. En ese sentido, Zafra ha facilitado la elección al plantear cómo la precariedad y la desilusión que conforman las nuevas formas de creación en la Red han aplastado la vocación y el entusiasmo iniciales de las nuevas generaciones a partir de una propuesta formal que bordea la fórmula clásica de la fábula.

En realidad, Zafra ha fraguado su estilo en una ya dilatada bibliografía, traducida ya al italiano y al inglés, siempre centrada en una mirada muy crítica sobre la cultura actual y también en el estudio sobre identidad y género. En esa línea, es autora, entre otros, de los libros (h)adas. Mujeres que crean, programan, ‘prosumen’, teclean; Un cuarto propio conectado. (Ciber)Espacio y (auto)gestión del yo; #Despacio; o Netianas. N(h)acer mujer en Internet. El Anagrama de Ensayo no es el único galardón en su currículo, donde sobresalen los premios Meridiana de Cultura (2014); el de las Letras El Público y el Málaga de Ensayo (ambos en 2013); el de Comunicación de la Associació de Dones Periodistes de Catalunya (2010); el de Caja Madrid (2004); o el Carmen de Burgos (2000).

Exactamente 104 originales procedentes de trece países se han presentado este año a la 45ª edición de un premio que ha visto totalmente remozado su jurado, formado este año por Jordi Gracia, Chus Martínez, Joan Riambau, Daniel Rico y la propia editora Silvia Sesé, encargada de seleccionarlos como hizo en su momento el fundador de la editorial Jorge Herralde, que en el erial de este tipo de convocatorias en la España del tardofranquismo eligió entonces a Juan Benet, Salvador Clotas, Hans Magnus Enzensberger, Luis Goytisolo y Mario Vargas Llosa. No le fue fácil: tardó más de un año para conseguir el entonces obligatorio permiso gubernamental. Hubo, incluso, algún momento de desánimo, que Goytisolo atajó, mientras Clotas y Vargas Llosa ayudaron al editor a redactar las bases. La voluntad de encontrar un texto tan bueno, riguroso y apegado a los tiempos como que no tuviera un regusto académico hizo que en la primera edición, de 1972, quedara desierto. El espíritu parece mantenerse.


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