Revista Pijao
Muriel Spark, la escritora que tuvo la suerte de no ponerse de moda
Muriel Spark, la escritora que tuvo la suerte de no ponerse de moda

«Ella no era una persona a la que le pasaban cosas. Ella hacía que las cosas pasasen», esta frase de una novela de Muriel Spark podría definir su personalidad. Considerada una de las escritoras británicas más brillantes del siglo XX, Edimburgo la homenajea en el centenario de su nacimiento.

Spark (Edimburgo 1918-Florencia 2006) logró fama internacional tras publicar en 1961 «La plenitud de la señorita Brodie», una novela ambientada en los años treinta que cuenta la relación de la maestra Jean Brodie con seis niñas a las que intenta educar en la libertad y en la búsqueda de la propia felicidad. «La plenitud es escurridiza. Cuando crezcáis, pequeñas niñas, debéis estar alerta para reconocerla en cualquier momento de vuestra vida en que aparezca. Entonces debéis vivirla al máximo», aconseja Brodie a sus alumnas.

Traducida a varios idiomas, fue adaptada al teatro, al cine y a la televisión. Alcanzo tal éxito que en 2005, la revista «Time» la situó entre las cien mejores novelas en inglés desde 1923. Spark desarrolló un prolífica obra con otras 21 novelas, poemas, ensayos, relatos cortos y hasta su propia autobiografía.

Sabrina Leruste, coordinadora de los actos del centenario, contó que el hecho de que «La plenitud de la señorita Brodie» sea su única novela ambientada en Edimburgo «hace que la gente la relacione con ella» y se haya creado un vínculo entre la ciudad y su obra. El objetivo de las exposiciones, recitales y el resto de actos a lo largo del año es, según su organizadora, homenajear «la riqueza de su trabajo y el increíble impacto que tuvo en la literatura».

«Era alguien sagaz y ocurrente, y creo que hay una cierta perspicacia en su obra de la que la gente muchas veces no se da cuenta. Se ganó reputación de ser 'difícil', una palabra que nunca se usaría para definir a un hombre artista. Definitivamente, fue muy decidida y eso quedó patente en su trabajo», destacó Leruste.

Naturaleza inquieta

De naturaleza inquieta, Spark vivió y escribió en Rodesia del Sur (ahora Zimbabue) hasta donde siguió a su marido, con el que tuvo un hijo y del que meses después se divorció. Volvió al Reino Unido y se estableció en Londres, luego en Nueva York, donde colaboró con la revista «The New Yorker», se mudó a Roma y finalmente a la Toscana, donde pasó sus últimos días acompañada de su inseparable amiga, la artista Penelope Jardine.

En 2008, dos años después de su muerte, el periódico británico «The Times» la situó en el octavo puesto en su lista de los 50 mejores escritores británicos desde 1945. Colin McIlroy, comisario de la exposición «El estilo internacional de Muriel Spark», consideró que si bien la autora bebió del trabajo del escocés Robert Burns o de las escritoras inglesas Mary Shelley y Emily Brontë, «lideró la vanguardia y supo crear un estilo único».

«La novela arquetipo de Spark es sagaz, ingeniosa, trágica, normalmente con saltos hacia atrás y adelante, extremadamente divertida y con dosis de filosofía y moral», afirmó el responsable de la muestra que alberga la Biblioteca Nacional de Escocia. Este enamorado de la obra de Spark resaltó que la escritora genera entre los lectores la misma contradicción que ella misma plasmó en sus trabajos. «Para algunos, ha sido la mejor escritora moderna de Escocia y para otros, está sobrevalorada. Lo mismo pasa en sus novelas, encuentras contradicciones divertidas, pero inquietantes», resumió.

La exposición, que se puede visitar hasta mayo, reúne manuscritos de la autora, objetos personales, parte de su correspondencia con escritores y personalidades contemporáneas, así como multitud de recibos, facturas y documentos que Spark conservó durante toda su vida y que conforman el mayor fondo de la institución. «Cada novela es diferente y te pilla por sorpresa, porque nunca es lo que parece. Spark supo reinventarse en cada libro», opinó Leruste.

(Tomado de ABC)


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