Revista Pijao
En Colombia se registran 50 libros nuevos cada día
En Colombia se registran 50 libros nuevos cada día

Por Carlos Restrepo 

El Tiempo

La creciente industria editorial colombiana ocupa el tercer lugar en América Latina, luego de los mercados de Brasil y México, con unas ventas totales que alcanzaron los 696.000 millones de pesos en el último año.

Así lo reveló este miércoles Enrique González Villa, presidente de la Cámara Colombiana del Libro (Camlibro), durante la presentación del estudio ‘El libro y la lectura en Colombia’, que reúne un completo análisis de las estadísticas de este sector.

“El libro en épocas recientes en Colombia se ha tenido que reinventar varias veces”, anota González, al resaltar que el crecimiento en ventas se ha mantenido pese a la desaparición de mercados importantes como el de las grandes enciclopedias y las ventas en Venezuela, nuestro principal comprador.

Sin embargo, el informe resalta el incremento en la producción editorial nacional, reflejado en el número de títulos editados en el país, que pasó de 6.465 en el 2000 a 17.906 el año pasado, lo cual representa un promedio de 50 libros nuevos cada día.

Otro de los campos interesantes que analiza el estudio corresponde a los canales de distribución del libro, es decir, ¿por dónde compran los libros los colombianos?

En esta categoría, las librerías siguen siendo el principal lugar en donde se compran las publicaciones, representando el 28 por ciento de las ventas totales. Si a estas se les suman el 12 por ciento por las denominadas librerías propias (aquellas con su propia distribución, como Legis o San Pablo) y el 5 por ciento de los almacenes de grandes superficies, esta cifra llega al 45 por ciento.

Según el informe, “este porcentaje de participación del sector librerías es bastante bajo si se lo compara con el de otros países de la región. En Brasil, por ejemplo, la participación del canal llega al 50 por ciento”.

“En los últimos años están surgiendo las librerías independientes con modelos muy interesantes, que mezclan elementos culturales con café, exposiciones. Es decir, la combinación de librería con centro cultural es lo que ha tenido también mucho auge en Estados Unidos y en otros países”, explica González.

Al analizar los formatos de ventas, el papel sigue siendo el formato en el que más se venden libros en el país, frente al digital, aunque este último viene creciendo. En la categoría de interés general, el 96 por ciento se vende en papel, frente a un 4 por ciento en formato digital.

Sin embargo, en la categoría de libros didácticos, el digital sube al 9 por ciento, mientras que el papel ocupa el 91 por ciento.

“Pero ya hay editoriales que venden más del 50 por ciento de su venta anual en digital. Porque ya tienen plataforma integrada con recursos digitales. Esta parte va creciendo rápidamente”, anota González, y resalta que la categoría donde más rápido se desarrollará el libro digital será en la universitaria.

Compras estatales

Uno de los rubros que invitan a pensar, según el estudio, corresponde a las compras de libros por el Gobierno, que equivalen a un 4 por ciento del total.

“Las políticas del Gobierno son muy buenas, y nosotros queremos que se mantengan, pero los recursos cada vez los recortan más. Esto es una contradicción, porque el Gobierno cree que la lectura es valiosa para formar sociedad. Lo primero que hay que formar en un país es el recurso humano, incluso antes que la inversión en obras civiles”, dice González.

Sin embargo, el dirigente gremial alerta que Colombia todavía está muy lejos de los niveles de otros países de la región como Brasil, cuyas compras equivalen al 45 por ciento, o México, cuyas compras estatales son del 50 o 55 por ciento del total de las ventas.

“Porque en este punto estamos hablando no solo de los libros para dotar bibliotecas, sino de los libros de texto escolar para atender a los 8,5 millones de estudiantes de la educación pública que tiene Colombia”, dice el dirigente gremial.

González Villa agrega que este rezago viene del descuido de administraciones anteriores.

“Hubo ocho años en que el gobierno anterior no compró un solo texto escolar. Colombia fue el único país de América Latina que en los años 2002 y 2010 no compró un solo texto escolar. Y en un estudio internacional que se hizo, se dijo que Colombia había sido el hueco negro en la dotación de textos escolares”, anota.

Agrega que esta situación, como es natural, tiene una repercusión directa en las pruebas Pisa, pues el texto escolar es una de las herramientas más importantes para la calidad de la educación.


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